Pago en consulta del doctor
Consulta privada sin seguro
Pago anticipado con Top Doctors
(Pago con tarjeta de crédito)
Cargando...
Cargando...
Cargando...
Pago en consulta del doctor
Consulta privada sin seguro
Pago anticipado con Top Doctors
(Pago con tarjeta de crédito)
Benefíciate de las ventajas de realizar
el pago anticipado con Top Doctors
Pago
preferente
Flexibilidad
de agenda
Facilidad
de acceso
Pago con tarjeta de crédito
Pago
preferente
Flexibilidad
de agenda
Facilidad
de acceso
Género del doctor
Por favor, realice una nueva búsqueda para aplicar filtros
Cargando...
Cargando...
Cargando...
La Elastografía Hepática es una prueba de diagnóstico por imagen que permite la valoración de la elasticidad del hígado. Se trata de un método no invasivo para detectar la presencia de
La Elastografía Hepática es una prueba de diagnóstico por imagen que permite la valoración de la elasticidad del hígado. Se trata de un método no invasivo para detectar la presencia de fibrosis, que ha ido sustituyendo progresivamente a la biopsia hépatica, por ser esta última una técnica invasiva con riesgos no despreciables.
La elastografía de transición, también conocida como FIBROSCAN, ha sido el método más utilizado hasta hace unos años en la medición de la fibrosis hepática. Sin embargo, este sistema mide la fibrosis “a ciegas”, es decir, sin un control visual del hígado y presenta limitaciones muy importantes en casos de obesidad y ascitis.
Por ello, la elastografía incorporada a los equipos de ecografía se está imponiendo en los últimos años, pues permite realizar en un mismo tiempo una ecografía hepática y la medición de fibrosis. El hecho de poder controlar visualmente las áreas donde se realizan las medidas elastográficas aporta mayor fiabilidad a los datos obtenidos y permite que el estudio sea más representativo pues se puede “mapear” el hígado en mayor medida. A estas ventajas, se añade que permite salvar las limitaciones descritas para el Fibroscan (obesidad y ascitis).
La elastografía hepática mediada por ecografía no difiere técnicamente de una ecografía convencional. Su fundamento podría resumirse de la siguiente manera: Mediante la emisión de un pulso mecánico de baja frecuencia mediante una sonda de ultrasonidos, se valora la propagación en el tejido y la elasticidad o deformación que presenta. Se entiende que a mayor elasticidad, menor presencia de fibrosis.
Estos parámetros se plasman en un valor numérico. Tras un número determinado de mediciones en distintas áreas hepáticas, se obtiene como valor final, la mediana de los valores obtenidos, que confirmará o no la presencia de fibrosis. Además, se establece una clasificación en grados de menor a mayor fibrosis, según rangos de valores.
Existen varios tipos de elastografía:
Toda enfermedad hepática crónica (enfermedad hepática por depósito graso, hepatitis viral, hepatitis alcohólica, hepatitis autoinmune, colangitis autoinmune, enfermedades por depósito y cualquier patología que genere un daño crónico hepático) requiere un control periódico a nivel clínico, analítico y con ecografía.
El motivo es la detección precoz de complicaciones y de mala evolución de la enfermedad en cuestión. La ecografía hepática, en manos expertas, es capaz de diagnosticar con alta precisión estadios avanzados de la enfermedad crónica hepática, como es la cirrosis compensada o descompensada. Sin embargo, pierde precisión en la detección de fibrosis en estadios iniciales, por lo que en esos casos la elastografía juega un papel fundamental.
La elastografía permite detectar fibrosis en fases iniciales e intermedias, antes de llegar a una situación de fibrosis avanzada o cirrosis. Esto es especialmente importante pues tiene un impacto claro sobre el pronóstico de la enfermedad. Una detección precoz de la fibrosis en estadios iniciales, permite iniciar, cambiar o intensificar el tratamiento, mejorando por tanto el pronóstico.
La única preparación requerida es un ayuno mínimo de 6 horas. Se requiere la colaboración del paciente con maniobras respiratorias sencillas. El tiempo de realización varía entre los 10 y los 30 minutos, aunque en general unos 15 minutos suelen ser suficientes.
La prueba se realiza de la misma manera que una ecografía convencional, por lo que es indolora e inocua. El paciente se dispone en la camilla en decúbito supino (“boca arriba”), con el brazo derecho flexionado y dispuesto detrás de la cabeza. No se somete al paciente a ningún tipo de radiación, ni hay interferencia con prótesis o dispositivos metálicos que puedan portar.
Los resultados se clasifican en los siguientes grados:
Este rango varía en función del tipo de elastografía que se realiza, por lo que los valores no son comparables ni superponibles entre técnicas elastográficas distintas, pero sí la categoría o grado en la que se clasifica. No obstante, el resultado siempre debe correlacionarse con la historia clínica del paciente. Hay situaciones en las que se pueden obtener valores falsamente elevados o sobreestimación de la fibrosis. Estas situaciones son la insuficiencia cardíaca congestiva o hígado de estasis, la infiltración tumoral hepática o la falta de ayuno por la hiperemia posprandial.
El desarrollo tecnológico en el campo de la ecografía y, concretamente, de la elastografía hepática ha sido progresivo desde la comercialización del Fibroscan. Los avances son continuos, pues las grandes casas comercializadoras de ecógrafos han desarrollado sus propios software de elastografía, además de estudios multicéntricos que permitan establecer rangos de valores para la gradación de la fibrosis hepática por etiologías.
Actualmente, lo más novedoso es el sistema de elastografía 2D-SWE que muestra mapas de color según rangos de rigidez y mapas de confianza, todo destinado a mejorar la precisión y manejabilidad de la técnica.
La elastografía hepática constituye un método no invasivo para el diagnóstico de fibrosis. La cuantificación de la fibrosis mediante métodos de imagen por elastografía permite un diagnóstico preciso de la fibrosis clínicamente significativa y de la cirrosis. Existen diferentes métodos de elastografía.
El método pionero y más estudiado ha sido la elastografía de transición o Fibroscan. En los últimos años, los diferentes métodos de elastografía mediada por ecografía están desplazando al Fibroscan, por su integración en los equipos ecográficos convencionales, la posibilidad de selección del área de análisis y menores limitaciones técnicas en pacientes obesos o con ascitis.
En la enfermedad hepática crónica, la detección temprana de fibrosis modifica el tratamiento y mejora el pronóstico.
Puedes habilitar o deshabilitar según sus finalidades: