Fisura anal crónica

¿Qué es la fisura anal crónica?

Una fisura anal es una pequeña úlcera o herida que se encuentra en la zona interna del margen del ano y que causa distintos síntomas como escozor, sangrado y dolor intenso, especialmente durante la deposición, así como durante un tiempo posterior.

Se considera como fisura anal crónica en el momento en que la sintomatología persiste durante más de ocho semanas.

Además, habitualmente cuando esta cronificada el desgarro es de mayor profundidad y pueden aparecer crecimientos carnosos externos o internos.

 

Pronóstico de la enfermedad

No se trata de una patología grave, tanto si es una fisura cronificada como si no.

Los tratamientos más recomendados para tratar la fisura anal crónica son la esclerosis (etoxiesclerol o toxina botulinica) y la cirugía mínimamente invasiva, que muestra una recuperación inmediata y un éxito cercano al 95%.

 

Síntomas de fisura anal crónica

Los síntomas de una fisura anal crónica son los siguientes:

Dolor durante la deposición, a veces intenso. Dolor posterior a la deposición, que puede llegar a durar diversas horas. Heces con sangre o en el papel higiénico tras defecar. Bulto pequeño en la piel próxima a la fisura anal.

 

 

Pruebas médicas para la fisura anal crónica

Inicialmente, el especialista preguntará al paciente acerca de su historial clínico. A continuación, realizará un examen físico, incluyendo una inspección simple de la región anal.

Normalmente el desgarro es visible, por lo que suele ser suficiente para diagnosticar la patología.

En caso de que haya una afección de base, el médico puede requerir unas pruebas adiciones, tales como:

Anoscopia Colonoscopia Sigmoidoscopia flexible

 

¿Cuáles son las causas de la fisura anal crónica?

La formación inicial de las heridas o úlceras puede ser causada por distintos motivos, entre los cuáles destaca el estreñimiento crónico. Las siguientes causas también son frecuentes:

Deposiciones con heces grandes y duras Esfuerzo durante la defecación Diarrea crónica Sexo anal Parto

Finalmente, existen otros motivos menos habituales como la patología inflamatoria intestinal, sífilis, VIH, cáncer anal o tuberculosis.

 

¿Se puede prevenir?

Existen algunas medidas que pueden ayudar a la prevención de fisuras anales, como sería evitar el estreñimiento o la diarrea.

Para evitar una fisura anal crónica, es importante acudir a un especialista para iniciar un tratamiento temprano de la fisura anal, así como controlar aquellos factores que la hayan originado.

 

Tratamientos para la fisura anal crónica

El tratamiento en la fase inicial se basa en seguir una serie de medidas dietéticas e higiénicas. Además, el paciente deberá aplicar una serie de pomadas cicatrizantes que ayudarán a la relajación muscular del ano.

En el caso de que no se consiga el resultado adecuado, la inyección de toxina botulínica suele conseguir un efecto más fuerte y rápido.

En caso que el tratamiento conservador no funcione de forma adecuado, se procederá a la cirugía, conocida como esfinterotomia interna, donde se realizará un pequeño corte en la zona baja de la musculatura anal involuntaria, con el objetivo de reducir el espasmo y el dolor, favoreciendo la curación.

Con dicha cirugía, se consigue la curación de la patología en el 98% de los casos.

 

¿Qué especialista lo trata?

La fisura anal crónica debe ser tratada por un especialista en Coloproctología o un especialista en Cirugía general.

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