Tratamiento de las varices según su tamaño

Escrito por: Dr. Carlos Velázquez Velázquez
Publicado:
Editado por: Cristina Mateo

Un variz es una dilatación localizada y permanente de una vena. En este artículo nos centraremos en las varices de miembros inferiores que son las más frecuentes.

 

Esta dilatación anormal se produce por la debilidad de la pared de la vena, que suele tener causas hereditarias, pudiendo hacerse más grave por el exceso de tiempo en bipedestación estática (permanecer mucho tiempo de pie sin andar). Son más habituales en ciertas profesiones y por la falta de actividad física.

 

Las varices se hacen mucho más evidentes en las piernas o miembros inferiores, precisamente porque la gravedad hace que en las piernas se acumule la sangre venosa por su peso. Las varices pueden provocar síntomas variables, encontrando en nuestras consultas pacientes con escasas varices e intensas molestias (dolor, pesadez, picor...), frente a pacientes que acuden con varices de gran calibre o incluso con ulceras venosas que no han tenido apenas sintomatología.

 

Las varices se tratan de formas diversas en función de si la vena es prescindible o no lo es, así como de su calibre.

 

Tratamientos para las varices

 

1.- Teleangiectasias o arañas vasculares: Las varices más frecuentes son las teleangiectasias o arañas vasculares, que son pequeñas venitas rojas, azules o violáceas localizadas muy cerca de la superficie de la piel, generando un problema estético pero que carece de repercusión sobre el retorno sanguíneo en sentido estricto.

 

El tratamiento más eficaz en la actualidad para tratar estas antiestéticas varices sigue siendo la esclerosis inyectada (con polidocanol o con glicerina cromada), aunque la esclerosis con láser, preferiblemente de neodimio-yag, puede ser una alternativa. En las piernas o miembros inferiores suele ser menos eficaz y precisa más sesiones, pero a su vez es una técnica más respetuosa con la piel.

 

2.- Variculas o varices reticulares: Si aumentamos ligeramente el tamaño de la variz, nos encontramos con las varículas o varices reticulares, que sí pueden originar síntomas de pesadez e incluso podrían favorecer la flaccidez o incluso la piel de naranja (conocida comúnmente como celulitis). Se perciben como venas azules que pueden originar ligero abultamiento a través de la piel.

 

El tratamiento más eficaz para la eliminación de las varices reticulares es la esclerosis con espuma. La esclerosis, tanto directa como con espuma, es un tratamiento que se realiza en consulta y no requiere hospitalización ni anestesia.

 

El fármaco inyectado logra dañar o quemar el vaso venoso que posteriormente es reabsorbido por el organismo. La principal precaución en este tipo de tratamiento es advertir al paciente de que es un tratamiento de resultado lento, donde pueden pasar varios meses desde la inyección del fármaco hasta la desaparición total de los vasos venosos.

 

Este periodo es el tiempo necesario para la reabsorción del tejido venoso en desaparición, lo que se produce con una ligera inflamación. Es por esto que, durante las primeras semanas tras una sesión de esclerosis, las piernas pueden tener un aspecto antiestético que se recupera sólo. Por esa razón, recomendamos realizar estos tratamientos en otoño o invierno.

 

Esta es la explicación de por qué el tratamiento se programa también en varias sesiones, dado que la tolerancia al tratamiento depende de la cantidad de fármaco inyectado, no debiendo superarse una determinada cantidad.

 

Con esto no se quiere decir que el tratamiento deba prolongarse muchos meses, sino que el aspecto de las piernas irá mejorando durante meses tras concluir las sesiones de esclerosis.

 

El tiempo de separación entre sesiones de esclerosis dependerá de la cantidad de fármaco inyectada en cada sesión y la tolerancia del paciente, recomendándose de forma general entre una y tres semanas.

 

Para facilitar la reabsorción del tejido venoso es obligatorio seguir las indicaciones facilitadas en consulta, que básicamente incluyen el uso de media de compresión y la aplicación de cremas que aceleran el proceso. Durante este periodo de tiempo, la piel sobre las venas tratadas puede presentar hiperpigmentación, es decir, oscurecerse ligera o moderadamente.

 

Esta hiperpigmentación es transitoria y desaparece progresivamente, si bien, en ciertos tipos de piel, puede ser conveniente aplicar cremas inhibidoras de la formación de melanina, depigmentantes o tratamientos con luz pulsada tras la esclerosis para conseguir un resultado estético adecuado más rápidamente.

 

3.- Varices tronculares (safenas interna y externa). Cuando las varices son más gruesas puede estar indicada la cirugía. Dicha indicación aparece cuando las venas dilatadas son venas tronculares, como la vena safena interna o la vena safena externa, especialmente cuando están enfermas desde su inicio, que es lo que llamamos cayados safenos. Las varices derivadas de la safena interna se sitúan habitualmente a lo largo de su recorrido, en la cara anterior e interna de muslo y de pierna. 

 

El tratamiento más eficaz para la eliminación de las varices es la esclerosis con espuma.

 

La vena safena interna, a pesar de ser una vena de mayor calibre, es prescindible. De hecho es una vena que usamos los cirujanos para realizar bypass arteriales cuando queremos revascularizar otro órgano como el corazón. Cuando la insuficiencia de la safena interna es suficientemente severa, se debe eliminar.

 

En casos de afectación de la vena safena interna, se puede realizar una safenectomía interna convencional, que sigue siendo una técnica de amplia aplicación con resultados muy satisfactorios. Esta cirugía se lleva a cabo habitualmente bajo anestesia raquídea (es decir pinchando la espalda y dejando dormidos desde cintura a los pies) o general si el paciente lo prefiere. Se realiza una incisión de unos 4-5cm en el pliegue inguinal y de un centímetro y medio en la cara interna del tobillo, extrayendo completamente la vena gracias a unos fleboextractores intravasculares. Una técnica quirúrgica cuidadosa que reduce la aparición de molestias postoperatorias.

 

El paciente permanece unas 6-12 horas hospitalizado tras la realización de la cirugía, si bien tarda unas tres semanas en volver a caminar libremente. Durante estas tres semanas, es necesario seguir una programación en la que alternamos periodos de descanso con la pierna elevada con breves periodos de 5 a 10 minutos caminando, siempre con la media de compresión.

 

Tratamientos alternativos que permiten eliminar las varices sin necesidad de extraerla: safenoesclerosis de safena interna

 

Actualmente existen otras técnicas que permiten la eliminación de las varices de la vena safena interna sin necesidad de extraerla, sino quemando la vena en el interior del cuerpo para provocar su reabsorción posterior por el organismo. Este procedimiento se llama safenoesclerosis de safena interna, de forma semejante a como se realiza con la esclerosis para venas de menor tamaño, pero con técnicas que queman la vena desde su interior y de forma más precisa para evitar dañar venas más profundas.

 

Para la safena interna, se puede realizar este tratamiento mediante la introducción de un catéter en la vena por una punción que se realiza ligeramente por debajo de la rodilla. Una vez introducido este catéter y situado con control ecográfico, se quema la vena mediante energía de un láser o de radiofrecuencia. De esta forma evitamos las heridas quirúrgicas.

 

Las técnicas de safenectomía o safenoesclerosis con láser o radiofrecuencia deben realizarse también bajo anestesia y sedación, porque durante la realización del tratamiento con láser o radiofrecuencia puede aparecer dolor.

 

El paciente permanece unas 3-6 horas hospitalizado tras la realización de la cirugía, si bien tarda unas dos semanas en volver a caminar libremente, recomendando durante estas dos semanas seguir un programa que alterna periodos de descanso con la pierna elevada con breves periodos caminando, evitando estar de pie sin caminar, siempre con la media de compresión puesta.

 

Alternativa a los tratamientos convencionales: Venaseal

 

La técnica más novedosa para el tratamiento de las varices de vena safena interna consiste en el sellado con pegamento biológico Venaseal. Dicha cirugía no precisa heridas, siendo el procedimiento menos doloroso y con más rápida recuperación. Se recomienda en pacientes que no toleren anestesia o no puedan interrumpir su actividad profesional. Una vez introducido un catéter y situado con control ecográfico, se inyecta un pegamento biocompatible que sella la vena safena interna totalmente.

 

Las ventajas de este tratamiento son que no precisa anestesia, no precisa hospitalización, no precisa reposo posterior y casi no presenta molestias en el postoperatorio. El inconveniente es que al ser una técnica novedosa, no conocemos científicamente sus resultados a largo plazo, si bien, todo apunta a que sus resultados serán similares al láser o la radiofrecuencia.

 

Las varices derivadas de la safena externa se sitúan habitualmente a lo largo de su recorrido, en la cara posterior de la rodilla. La vena safena externa, es menor que la safena interna y por supuesto es prescindible. Son de aplicación las mismas técnicas que para la safena interna.

 

La técnica más clásica que solemos recomendar es la safenectomía externa convencional, que consiste en hacer una herida en la cara posterior de la rodilla de unos 4 cm para seccionar la vena. Dicha cirugía puede realizarse con anestesia local.

 

El paciente permanece unas 3-6 horas hospitalizado tras la realización de la cirugía, si bien tarda unos 10-14 días en volver a caminar libremente, recomendando durante estas dos semanas evitar estar de pie sin caminar, siempre con la el calcetín de compresión puesto. La herida quirúrgica queda en el pliegue poplíteo, casi imperceptible, por lo que no suele compensar realizar técnicas de safenoesclerosis.

 

La safenoesclerosis con radiofrecuencia o con láser, así como la oclusión con pegamento biológico Venaseal, pueden ser aplicados también en el territorio de la safena externa bajo control ecográfico con buenos resultados.

Por Dr. Carlos Velázquez Velázquez
Cirugía Cardiovascular

El Dr. Carlos Velázquez es un reputado cirujano cardiovascular enSevilla. Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Sevilla, se especializó en Cirugía Cardiovascular por el Hospital Universitario Virgen de la Macarena, al que sigue ligado hoy en día. A lo largo de su dilatada trayectoria profesional de dos décadas de duración, ha realizado rotaciones en importantes hospitales nacionales e internacionales.

En la actualidad, ejerce como Cirujano Cardiovascular en el Hospital Virgen Macarena, donde además es tutor de residentes. Ejerce también en el Centro Médico Cardiovascular, donde es experto en aneurismas de aortacirugía de la aorta, bypass coronario, implantación de marcapasos y desfibriladores, cirugía valvulary en TAVI, así como en otros tratamientos vasculares, como las varicestrombosis, cirugía láseresclerosis con espuma... 

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