IAM juvenil: solo un 3% de los pacientes no presenta factores de riesgo asociados

Escrito por:

Dr. Luis Calvo Orbe

Cardiólogo

Publicado el: 10/09/2019
Editado por: Anna Raventós Rodríguez


El infarto de miocardio (IAM) se define como la necrosis o muerte de parte del miocardio (músculo cardíaco), en relación con una obstrucción mantenida de alguna de las arterias coronarias (que son las que aportan oxígeno al corazón). Esto se produce generalmente por la obstrucción de un trombo, por espasmo o contracción mantenida de la arteria o por disección (rotura de una de las capas de la misma).

 

Entendemos por infarto de miocardio juvenil el que tiene lugar antes de los 40 años. Esto representa alrededor del 2-8% de todos los IAM, cifra que lentamente va en aumento.

 

Analizando las grandes series publicadas sobre este tipo de pacientes, se observan variables comunes en todos ellos. Estas son: género masculino (88%), fumadores (80%), sobrepeso (67%), elevación del colesterol (65%) y diabetes (17%). Dentro de las variables adquiridas, tiene gran influencia los antecedentes familiares de enfermedad coronaria precoz (aquella que aparece antes de los 60 años).

 

Entendemos por infarto de miocardio juvenil el que tiene lugar antes de los 40 años. 

 

 

Así pues, solo un 3% del IAM juvenil está libre de estos factores de riesgo convencionales. Es importante destacar, además, que aproximadamente un 20% de los IAM juveniles se asocian al consumo de cocaína.

 

Evolución de un infarto de miocardio

En la mayor parte de los IAM juveniles solamente se ve afectada una de las tres arterias coronarias (la arteria coronaria izqda. descendente anterior), estando sanas el resto de ellas. Este hecho, unido a que los jóvenes habitualmente no tienen otras patologías crónicas asociadas, hacen que la respuesta a los distintos tratamientos sea más eficaz y, por tanto, que el pronóstico del IAM juvenil a corto plazo suela ser muy bueno y claramente mejor que en pacientes de edades más avanzadas. Sin embargo, el tamaño del IAM suele ser mayor, debido a que al no ser una patología lenta y progresiva a lo largo de la vida no se ha creado una circulación colateral (arterias que se van abriendo lentamente e irrigan una zona con falta de riego sanguíneo). Estos vasos colaterales se desarrollan cuando las obstrucciones de las arterias coronarias son lentas y progresivas. No obstante, aunque inicialmente el pronóstico del IAM juvenil es mejor respecto a la población de mayor edad, esta diferencia se hace menos patente cuando se valora la evolución a largo plazo.

 

Así pues, estando bastante definido el subgrupo de variables que concurren habitualmente en el IAM juvenil, la prevención de estos factores de riesgo modificables incidirá sin duda en una reducción de esta patología.

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