Prótesis de pene: ¿qué tipos existen y cómo se realiza la cirugía?
Escrito por:
Andrólogo
Publicado el: 23/05/2023
Editado por: Lucía Ramírez
Una prótesis de pene es un dispositivo que se implanta en el interior del pene para permitir a los hombres con disfunción eréctil obtener y mantener una erección. En este sentido, la disfunción eréctil es la incapacidad persistente o recurrente de lograr o mantener una erección suficiente para una actividad sexual satisfactoria. Esta condición puede afectar a la calidad de vida, la autoestima y la salud emocional de los hombres que la padecen, así como a la de sus parejas. Además, la disfunción eréctil puede ser precursor a un problema mayor, como, por ejemplo, la insuficiencia cardíaca o azúcar en sangre.
La prótesis de pene es un tratamiento quirúrgico que se reserva para aquellos casos en los que los tratamientos farmacológicos (como los inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5 o las inyecciones intracavernosas) no han sido efectivos o están contraindicados. También puede ser una opción para los pacientes que no están satisfechos con los resultados de estos tratamientos y desean una solución definitiva para su problema.
¿En qué casos se recomienda una prótesis de pene?
Algunas de las situaciones que pueden hacer necesario el implante de una prótesis de pene son:
¿Qué tipos de prótesis de pene existen?
Existen principalmente dos tipos de prótesis de pene: las maleables o no hidráulicas y las hidráulicas.
Las prótesis maleables son dos cilindros semirrígidos de silicona que se insertan en el interior de los cuerpos cavernosos del pene, que son las estructuras responsables de la erección. Estos cilindros se pueden doblar manualmente hacia arriba o hacia abajo según se desee tener o no una erección. Con este tipo de prótesis, el pene siempre está semirrígido y ello puede suponer una incomodidad física y estética para algunos hombres. Sin embargo, tienen la ventaja de ser más simples, más baratas y menos propensas a complicaciones mecánicas que las hidráulicas.
Por otro lado, las prótesis hidráulicas son dispositivos que funcionan gracias a un líquido situado en su interior. Consisten en dos cilindros que se sitúan en el interior de los cuerpos cavernosos del pene, conectados a una bomba de activación-desactivación ubicada en el interior del escroto y a un reservorio del líquido, (suero salino), situado en el interior de la cavidad abdominal. Cuando el hombre desea tener una erección, debe presionar varias veces la bomba situada en la bolsa escrotal, lo que hace que el líquido fluya desde el reservorio hasta los cilindros, llenándolos y endureciendo el pene. Para volver al estado flácido, debe presionar un botón situado en la bomba, lo que hace que el líquido regrese al reservorio. Este tipo de prótesis permite tener erecciones más naturales y controladas, puesto que se le puede replicar el estado de erección completa, el de flacidez y los estados intermedios. Son modelos con un diseño más complejo y, por tanto, el coste de la inversión es mayor. El porcentaje de fallo mecánico es, hoy en día, muy bajo y disponen de un índice de satisfacción del paciente más alto que las maleables.
¿Cómo se realiza la cirugía?
La cirugía para implantar una prótesis de pene se realiza bajo anestesia raquídea o loco-regional y suele durar entre una y dos horas, dependiendo del caso y de la experiencia del cirujano.
El cirujano hace una incisión entre el escroto y el pene, a través de la cual introduce los cilindros en los cuerpos cavernosos. Si se trata de una prótesis hidráulica, también coloca la bomba en el escroto y el reservorio en el abdomen. Para terminar, se cierra la incisión con puntos de sutura. La prótesis queda totalmente oculta dentro del cuerpo y no se nota desde fuera.
El periodo postoperatorio y los cuidados de la herida quirúrgica son clave para la cicatrización y recuperación de la zona. En nuestros centros realizamos un seguimiento muy cercano del paciente para que esté acompañado en todo momento.
¿La operación conlleva algún peligro o efecto secundario?
No comporta ningún riesgo adicional a cualquier intervención quirúrgica con inserción de prótesis, pero a continuación detallamos algunos de ellos:
Cuidados tras la cirugía de la prótesis de pene
Después de la cirugía, el paciente debe permanecer ingresado en el hospital durante 12-24 horas para controlar su evolución salvo excepciones que requieren 24-28h. Además, debe seguir las recomendaciones del médico sobre el cuidado de la herida, la toma de medicamentos y las revisiones periódicas.
Durante las primeras semanas debe evitar actividades físicas intensas, levantar pesos o conducir durante muchas horas seguidas. También debe abstenerse de mantener relaciones sexuales hasta que el doctor lo autorice, lo cual suele ser entre cuatro y seis semanas después. Antes de usar la prótesis por primera vez, el paciente debe recibir instrucciones sobre su funcionamiento y manejo por parte del médico o del personal sanitario.
El implante de una prótesis de pene permite mejorar significativamente la vida sexual y emocional del hombre con disfunción eréctil severa y de su pareja. Tomar la decisión de operarse no es sencilla puesto que también implica cambios físicos y psicológicos que pueden requerir adaptación y aceptación por parte del paciente y su pareja. Por este motivo, es importante contar con información adecuada sobre las ventajas e inconvenientes del tratamiento, así como con apoyo profesional si fuera necesario.