Muéstrame cómo te mueves y te diré qué zona te molesta
Sólo hay que observar cómo caminamos, nos levantamos, corremos, movemos una caja o alcanzamos éste o aquel objeto para darnos cuenta que muchos de nuestros movimientos diarios no son todo lo fluidos, equilibrados y libres de tensión innecesaria que deberían ser. Además, si de paso observamos cómo nos sentamos, estamos de pie y nos tumbamos (posiciones en las que pasamos más del 50% de nuestro tiempo…) entenderemos el porqué de nuestras tensiones, molestias musculares y articulares.
Si nuestros movimientos diarios no son fluidos, equilibrados y libres de tensión innecesaria, con el tiempo aparecerán tensiones crónicas. Y es que estamos diseñados para realizar movimientos fluidos, equilibrados y libres de tensión innecesaria pero, en nuestra sociedad esta idea queda lejos de ser real debido a muchas situaciones que nos imponen posiciones y movimientos que a la larga desequilibran todas las partes de nuestro cuerpo.
Cuando alguien me comenta cómo su molestia en una zona del cuerpo cualquiera vuelve a aparecer una y otra vez, en una gran cantidad de ocasiones, esta persona no ha hecho “los deberes”, y por deberes me refiero a cosas tan simples cómo:
- Levantarse más y moverse más.
- Períodos más cortos sentados.
- Mover cada parte del cuerpo varias veces al día.
- Observar cómo te colocas cuando realizas las tareas que más repites al día.
Esta sería la base para poco a poco poder volver a tener un cuerpo que se mueve libre y fluido y esto da como resultado menos molestias, más energía y menos lesiones futuras.
Observar y ser curioso
Una mudanza es una situación ideal para ver cómo nos movemos y si respetamos las señales de qué algo va mal en nuestro cuerpo. Es una situación en la que movemos, empujamos, nos levantamos, doblamos la espalda y las rodillas, movemos pesos y objetos qué habitualmente no usamos, etc., y si no tenemos un mínimo de consciencia de cómo nos movemos cuando desplazamos estos objetos, el resultado suele ser terminar “roto”.
Mi evolución desde que hice mi primera mudanza hasta la actualidad (hace un par de días la mudanza de unos amigos…) me ha hecho pensar en cómo podemos movernos y mover cosas de manera más eficiente. Aquí algunas ideas:
- Mantente erguido: Fíjate que en todos los movimientos la espalda esté lo más erguida posible, sin exagerar.
- Haz una cosa a la vez: mueve un objeto, no varios a la vez.
- Las prisas no son buenas: correr para ganar 20 minutos, 30 o 1 hora suele terminar en lesiones.
- Si molesta, para: si haces cualquier movimiento que molesta, para y observa… ¿lo puedes hacer de otro modo sin que genere tanta tensión o molestia?
Esto son ideas generales que se pueden aplicar a casi cualquier actividad o posición de nuestra vida diaria; párate y observa cómo te mueves y si puedes hacerlo con menos tensión, más fluido. La observación atenta da respuestas para mejorar nuestra manera de movernos y colocarnos, …y ésta es la auténtica base para la salud corporal.