Más allá del dolor crónico: ¿afectan los factores sociales?

Escrito por:

Dr. Carlos Antonio Morales Portillo

Unidad del dolor

Publicado el: 28/11/2022
Editado por: Mireia Frias


Actualmente, existen numerosos estudios donde se investiga como el dolor agudo pasa a convertirse en dolor crónico. En estos últimos años, se ha podido comprobar que una de las causas principales de esa transformación se basa en la gran influencia que tienen los factores psicosociales en la persona que sufre dolor a causa de una lesión.

El paciente que sufre de dolor crónico se puede llegar a sentir paralizado,
tanto a nivel físico como emocional

¿Cómo influencian los factores psicosociales al dolor crónico?

El paciente que padece dolor causado por alguna lesión aguda, se puede llegar a sentir paralizado, tanto a nivel emocional como físico, y eso provoca que la interacción que tenga con el entorno se vea claramente afectada, repercutiendo en su actividad diaria. Así pues, esto puede generar el inicio de la aparición de un trastorno crónico.

 

¿De qué manera se puede evidenciar?

Muchas veces, los pacientes por miedo no querer empezar a sentir dolor de manera continuada empiezan a cambiar sus rutinas y, sin casi ni darse cuenta, van dejando de hacer las actividades que antes realizaban de manera rutinaria. Para evitar ese dolor evitan realizar esos movimientos que a la vez son clave para poder activar los músculos y tener las condiciones necesarias para que no se atrofien.

 

Ese miedo al dolor es el principal factor que acaba haciendo que muchos pacientes pasen de un dolor agudo a uno crónico y que el objetivo se convierta en evitar ese dolor en vez de tener presente la mejora del tratamiento.

 

¿Cuáles son los factores psicosociales que pueden influir?

Cuando hablamos de factores psicosociales hago referencia a la interacción de un paciente con su entorno más cercano, a nivel laboral, social y familiar, y cómo le influye a su forma de comportarse con los demás. En este sentido, factores como el estrés, nivel de tolerancia del dolor, entre otros, pueden marcar la diferencia en la evolución del tratamiento del dolor.

 

Además del estrés, la insatisfacción laboral produce también que el paciente decida quedarse en casa haciendo reposo en vez de realizar cualquier actividad física o laboral. Aunque sería todo lo contrario, ya que si nos quedamos en casa centramos toda la atención en el dolor y incentivamos la rigidez muscular que puede derivar en lumbalgia crónica.

 

Otro factor que puede influenciar es el entorno personal como los amigos o familiares. El comportamiento que tengan las personas más cercanas del paciente puede influenciar directamente en el aumento del dolor crónico. Cuando una persona sufre dolor, los amigos y familiares intentan buscar ayuda para facilitar la vida del paciente, pero puede que algunas veces éstos también reaccionen con un comportamiento negativo por sentir que sus más cercanos son demasiado intrusivos. Así, a veces se sienten incapacitados y disminuyen todavía más sus ganas de querer realizar actividades.

 

¿Qué podemos hacer ante la aparición de dolor agudo o crónico?

Cuando este tipo de dolor aparece, lo principal que se debe realizar es acudir a un especialista para que pueda analizar las causas que están ocasionando este dolor y así, encontrar una solución.

 

Pero cuando se trata de dolor crónico, lo más óptimo no sería centrarnos en la búsqueda del porqué, sino en no obsesionarnos por ello y evitar que el dolor paralice al paciente. Una de las cosas que más sirven es llevar a cabo un registro diario del dolor y focalizar la atención también en otros aspectos del día a día, para fortalecer la mente y que no merme la autoestima.

 

Está comprobado que la actitud proactiva y positiva ayuda a afrontar el dolor de manera distinta y determina la intensidad y duración de este.

 

¿Quieres más información sobre dolor crónico? Pide cita con el Dr. Morales Portillo, especialista en la Unidad de Dolor.

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