Las varices durante el embarazo
Escrito por:
Cirujano vascular
Publicado el: 28/01/2013
Editado por: Patricia Pujante Crespo
La insuficiencia venosa es la causante de la aparición de las varices y se ve claramente perjudicada por el embarazo. No solo los cambios hormonales que se producen durante la gestación sino el efecto mecánico de obstrucción al drenaje empeoran los síntomas y signos de la insuficiencia venosa. Para minimizar la aparición de las molestias e intentar impedir la progresión de la enfermedad conviene centrarnos en la terapia compresiva y las medidas higiénico-dietéticas. Existen numerosas opciones y tratamientos de varices que se adaptan a todo tipo de situaciones. El objetivo fundamental es conseguir una mejora del drenaje linfático y venoso, ejerciendo una compresión decreciente desde los tobillos hacia el muslo.
La insuficiencia venosa causa varices durante el embarazo
Mitos y verdades sobre los tratamientos para la insuficiencia venosa en el embarazo
Es verdad que la aplicación de geles refrescantes ayuda a soportar la pesadez de las piernas. En cambio, existe una falsa creencia que contraindica los calcetines en situaciones de patología venosa. Esto es cierto cuando hablamos de calcetines convencionales que tienen una goma a nivel más proximal (rodilla), ya que, en estos casos, el calcetín ejerce una compresión que dificulta el flujo. Sin embargo, toda la familia de medias o calcetines terapéuticos de compresión decreciente favorecen el drenaje porque el punto de máxima presión se sitúa a nivel del tobillo (nivel maleolar) y esta va decreciendo.
Una forma práctica de afrontar un embarazo cuando se sufre de varices consiste en:
Terapia compresiva
Por ejemplo mediante:
Calcetín de compresión de clase I y clase II: para llevarlos bajo pantalón en épocas más estivales en las que una media alta puede ser angustiante. Media elástica de compresión clase I o clase II con sujeción a muslo a través de una banda de silicona que permite una buena adherencia y es independiente del tamaño del abdomen. Media panty elástica de embarazada que tiene sujeción especial adaptable a nivel abdominal. En los casos en que sea más cómodo llevar un panty y exista mucha pesadez abdominal, puede utilizarse. Medias panty de refuerzo perineal, inguinal. Este tipo de medias son muy útiles en casos de mujeres con varices que se desarrollan en la zona perivulvar o inguinal y que tienen molestias en los últimos meses de gestación, por la sensación de congestión y dolor de las varices peri genitales.
Medidas Higiénico-Dietéticas:
Drenaje linfático manual o presoterapia con sistemas mecánicos. Ejercicio moderado teniendo como actividad más equilibrada el paseo en llano durante 20-30 minutos. El ejercicio físico intenso no es especialmente recomendable. Hidratación abundante, tanto hídrica (ingesta de 2 litros de agua al día) como a nivel de las extremidades, evitando la sequedad de piel.
Tratamientos Complementarios:
Cada vez están más aceptadas las terapias naturales y tratamientos de medicina complementaria como la homeopatía. El hecho de no existir ninguna contraindicación ni efecto nocivo sobre el feto favorece la aplicación de tratamientos homeopáticos que busquen minimizar las molestias de pesadez, congestión y dolores que surgen durante la gestación.
En lo que se refiere al aspecto físico, la única forma de tratar de disimular la existencia de varices o varículas durante el embarazo es intentando disminuir su congestión: mediante terapia compresiva, o mediante el maquillaje de las mismas, que indicará el especialista en Angiología y Cirugía Vascular en cada caso. También, en el mercado cosmético, pueden ser útiles varios productos que integran en su composición factores de protección e hidratación que maquillan la piel y ejercen un efecto pantalla.
Tratamientos tras el parto: cómo eliminar la pesadez en las piernas
Tras el parto se recomienda dejar un período de descanso para favorecer la vuelta a la normalidad antes de realizar un tratamiento de escleroterapia o de láser percutáneo. Este período es variable pero, por lo general, hay que esperar de dos a tres meses antes de iniciar cualquier terapia, ya que en la mayoría de casos las manifestaciones clínicas sufren una involución o mejora progresiva.