La percepción subjetiva de la imagen corporal y su influencia en la autoestima

Escrito por:

Gemma Cánovas Sau

Psicóloga

Publicado el: 30/05/2023
Editado por: Margarita Marquès


Cuando nos referimos a la percepción de la imagen corporal, nos referimos a la imagen que nos retorna el espejo en el que se percibe la imagen de la propia identidad. Así, se produce una interacción entre la imagen que el espejo real nos devuelve y el espejo interno que está relacionado con la percepción subjetiva de cada persona. Es importante tener en cuenta que no siempre ambos retornan la misma percepción. 

 

De esta manera, se establece la concordancia o disonancia de la propia imagen del cuerpo real, que está conectado al cuerpo emocional. Por este motivo, existen determinados estados emocionales que pueden tener consecuencias en el organismo, ya que hay emociones que pueden acabar somatizándose, especialmente cuando no están suficientemente elaboradas psicológicamente.

 

La imagen perceptiva del propio cuerpo está muy relacionada con
la autoestima, la aceptación global y la esencia de la identidad personal

 

Cómo influye la imagen perceptiva en nuestra autoestima

La imagen perceptiva del propio cuerpo está muy relacionada con la autoestima, relacionada con la aceptación global y la esencia de la identidad personal, y las creencias, criterios, valores, aprendizaje vital y limitaciones.

 

¿Qué influencia tiene el discurso social?

Una parte del discurso social nos enseña imágenes de cuerpos ideales. Sin embargo, el mundo real se caracteriza por una gran diversidad de cuerpos. Tradicionalmente, estas imágenes sociales ideales han ejercido presión sobre las mujeres, especialmente en las adolescentes. 

 

Las cirugías estéticas en etapas vulnerables del desarrollo son un ejemplo de estas influencias que dirigen a la no aceptación del cuerpo y a la idealización. Esta problemática, asociada a otros conflictos emocionales, puede dar pie a diferentes trastornos, como trastornos de la alimentación.

 

La importancia de cuidarse y aceptarse

En cualquier caso, los psicólogos recordamos que es importante cuidarse sin obsesiones, estimarse de forma sana y no depender de los ideales de belleza insana impuestos por la sociedad.

 

El primer espejo que tiene un bebé es la figura materna y a los 6 meses aparece la "etapa del espejo" en la que el niño o niña se alegra cuando ve su imagen reflejada y esta alegría está relacionada con el reconocimiento de su identidad. Esta misma aceptación es la que debemos reencontrar a lo largo de la vida y no se trata de un narcisismo patológico, sino de celebrar la propia existencia.

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