La mano reumática: afectación de la mano en la artritis reumatoide

Escrito por:

Dr. David Cecilia López

Traumatólogo

Publicado el: 23/01/2019
Editado por: Yoel Domínguez Boan


La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad que se caracteriza por una inflamación de carácter crónico que afecta a las articulaciones. Esta inflamación puede llegar a ser tan severa que puede afectar tanto a la función como a la apariencia de las articulaciones, entre ellas las manos.

Precisamente en las manos, la artritis reumatoide puede causar dolor y deformidades en las articulaciones de los dedos, haciendo que su movimiento sea más difícil. Los bultos, conocidos como nódulos reumatoides, pueden formarse sobre las articulaciones pequeñas tanto en la muñeca como en las manos.

 

 

Causas de la artritis reumatoide (AR)

La causa exacta de la artritis reumatoide es desconocida, aunque se sabe que se trata de un trastorno autoinmune, es decir, un trastorno en el que el sistema inmunológico del cuerpo ataca a sus propias células y tejidos sanos. Esta respuesta por parte del organismo causa una inflamación en las articulaciones un hecho que puede acabar con la destrucción de las mismas.

El diagnóstico de la artritis reumatoide, así como su control a nivel global de organismos —se trata de una enfermedad que puede afectar a diversos sistemas orgánicos— corresponde al Reumatólogo, pero es el Cirujano de mano el encargado de tratar y de mejorar las deformidades que aparecen tanto en las muñecas como en las manos.

 

 

¿A quién afecta la artritis reumatoide?

La artritis reumatoide afecta más a las mujeres que a los hombres, y su diagnóstico suele darse entre los 20 y los 45 años de edad. Las articulaciones que más frecuentemente se ven afectadas por esta enfermedad son las manos, los dedos, las muñecas, los pies, los tobillos, las rodillas, los hombros y los codos.

Cabe destacar que normalmente la enfermedad causa una inflamación simétrica en el cuerpo, y que los síntomas pueden comenzar de forma repentina o gradualmente.

La afectación en las manos puede darse con los siguientes síntomas:

Dolor Rigidez Hinchazón de las articulaciones Disminución del movimiento Aparición de bultos sobre las articulaciones Dificultad para llevar a cabo actividades diarias (atarse los zapatos, comer…) Disminución de la capacidad de agarre

 

Fig. 1. Manos con deformidad producida por la AR

 

Tratamiento de la Mano reumática

El tratamiento específico de la mano reumática se lleva a cabo haciendo una valoración independiente de la afectación y de las articulaciones en los siguientes aspectos:

Edad Estado de salud general Dominancia, es decir, si es diestro o zurdo Afectación de otras articulaciones en el miembro: hombro y codo Opiniones y preferencias del paciente

En primera instancia, puede probarse un tratamiento de tipo conservador consistente en el uso de férulas para proteger y fortalecer las articulaciones débiles junto con la fisioterapia.

Por otro lado, la cirugía se valora en aquellos casos en los que el tratamiento conservador ha fracasado cuando se ha utilizado de forma preventiva. Es importante la elección del tipo de procedimiento quirúrgico, así como su secuencia de cara a la reconstrucción tanto de la mano como de la muñeca, así como el mejor momento para intervenir al paciente.

La cirugía de la mano reumática es variada, y en función de la localización y de la afectación de la mano existen diversas posibilidades:

Sinovectomía de muñeca y de dedos: se utiliza para disminuir la inflamación y como prevención de futuras complicaciones.

 

Fig. 2: sinovectomía dorsal metacarpofalángica para resección de
nódulos dolorosos y limpieza articular

 

Recentrado de tendones extensores: en la artritis reumatoide, la mano tiene una deformidad limitante en la ráfaga cubital.
  Fig. 3: deformidad en ráfaga cubital

 

Deformidades de dedos en ojal o cuello de cisne: existen deformidades en los dedos por la alteración en el aparato extensor tendinoso junto con las articulaciones adyacentes, Se debe hacer la cirugía reconstructiva para corregir la deformidad y devolver así su función a los dedos.
  Trasferencias tendinosas y cirugía reconstructiva tendinosa. Es frecuente que en a AR se rompan los tendones de forma espontánea por lo que tendremos que recurrir a técnicas reconstructivas tendinosas para proceder a su reparación. Fig. 4: rotura de tendones extensores de anular y meñique
  Artoplastias metacarpofalángica o interfalángicas: en pacientes con gran destrucción articular con una luxación en las mismas. Existen prótesis diseñadas especialmente para los dedos que aportan un buen control del dolor con una muy buena función. Fig. 5: pacientes con prótesis MF e IFP con excelente función
  Artrodesis o fusión articular: en casos con artritis reumatoide avanzada en la que exista una gran destrucción articular. Tras la fusión del hueso se elimina el movimiento en la articulación fusionada, pero desparece completamente el dolor. La articulación en la que esta técnica se realiza con más frecuencia es la muñeca, la metacarpofalángica y en la interfalángica proximal de los dedos índice y corazón.
  Fig. 6: fusión metacarpofalángica de ambos pulgares con placa y dispositivo intramedular Artoplastia de muñeca: existen prótesis de muleca que sirven para sustituir la articulación en casos en los que se encuentre muy afectada.
  Estabilización y reconstrucción radiocubital distal y artroplastias de esta articulación                    
 

Debe mencionarse que la cirugía de la mano reumática no corrige la enfermedad, sino que ayuda a corregir las deformidades causadas por la patología. La AR puede seguir causando problemas en la mano e incluso requerir más cirugías, por lo que debe seguirse periódicamente la evolución de la mano por parte de un cirujano especializado.

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