La importancia del calzado en los más pequeños

Escrito por:

Dra. Gemma Talló Catarineu

Pediatra

Publicado el: 26/06/2018
Editado por: Anna Raventós Rodríguez


 

La función del calzado en los primeros meses de vida

El inicio de la marcha acostumbra a suceder entre los 12 y los 15 meses de vida, aunque algunos bebés empiezan incluso antes. El propósito del calzado es protegerles del frío y de posibles lesiones en la piel, por lo que se desaconseja que vayan descalzos por la calle. Sin embargo, en casa se puede dejar que el bebé experimente el tacto del pie desnudo en el suelo, de hecho hay estudios que demuestran que favorece el desarrollo de la musculatura del pie. Se desaconseja que en casa utilicen sólo calcetines, por el riesgo de resbalarse.

 

El calzado no es imprescindible para caminar...de hecho en muchos países del mundo no lo utilizan. En estos casos sus pies se desarrollan correctamente, con la particularidad que presentan mayor grosor de la piel de la planta del pie. De forma gradual, es aconsejable que el bebé se acostumbre a llevar un calzado como describiremos a continuación.

 

La elección de un buen calzado va a asegurar el correcto desarrollo del propio pie

 

¿Cómo elegir correctamente un buen calzado para bebés?

La elección de un buen calzado para el bebé va a asegurar el correcto desarrollo del propio pie, va a dar estabilidad a la marcha y va a proteger los pies de posibles lesiones. Para la correcta elección del calzado de nuestro bebé tenemos que tener en cuenta los siguientes aspectos, mucho más allá de la parte estética/moda:

Material: debe ser de material natural y ligero, transpirable, como la piel suave. Evitar plástico. Suela: flexible, para que el bebé pueda flexionar la planta y los dedos libremente. Sujeción adecuada de la parte del talón: no puede "bailar" el pie dentro del zapato. Debe tener sujeción del talón pero dejar movilidad al tobillo. La horma debe ser ancha, sin costuras para evitar rozaduras. Para decidir la talla, debemos poner al bebé con los zapatos puestos de pie, y nos debe caber uno de nuestros dedos en la parte trasera, entre talón y zapato (espacio de 1 cm. aproximadamente). Se desaconseja el uso de botas, así como de zuecos y chanclas.

 

También existen consecuencias si se elige el zapato menos adecuado

El uso de calzado inadecuado puede conllevar:

Retraso en la adquisición de la marcha si es demasiado rígido. Lesiones, rozaduras, escaldaduras, infecciones por hongos... si el material es plástico/no transpirable. Deformidad en caso de utilizar tacones a edades tempranas (acortamiento del tendón de Aquiles). Deformidad en caso de utilizar zapatos de otras personas (hermanos...).
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