IGRT: radioterapia guiada por imagen
Escrito por:La IGRT o radioterapia guiada por imagen se trata de una de las últimas aplicaciones de la tecnología al sector médico. Es perfecta para el máximo control y precisión a la hora de aplicar tratamientos en el tumor.
Por ejemplo, a la hora de iniciar un tratamiento de radioterapia de intensidad modulada en los que la intensidad de cada haz a la hora de radiar ha de regularse en función del tipo de tumor, tamaño, zona…
Gracias a los sofisticados y avanzados equipos de radioterapia que tenemos hoy en día, existe la posibilidad de administrar tratamientos sofisticados con mucha precisión. Lo que pasa es que el cuerpo humano no es tan preciso, ya que existen movimientos fisiológicos normales en los órganos del cuerpo.
Esta variabilidad en cada órgano limita la precisión con la que el tratamiento se puede administrar, produciendo una serie de incertidumbres y errores. Para poder paliar estos errores, se amplían los márgenes de los campos de tratamiento, lo que hace que inevitablemente hace que se irradie más tejido del que sería necesario, lo que aumenta el riesgo de secuelas a largo plazo y aumenta el riesgo de efectos secundarios. Gracias a esta tecnología, se da al paciente la dosis de radiación concretamente marcada para el tipo de cada tumor, es decir, la estrictamente necesaria. Esta tecnología lo hace posible.
¿Cuáles son los objetivos de la IGRT?
Para que disminuyan las incertidumbres y se reduzcan los márgenes de los campos de tratamiento se aplica la radioterapia guiada por imagen o IGRT. El punto particular de esta técnica de tratamiento es que, cada día y una vez colocado el paciente en la mesa de tratamiento antes de realizar la correspondiente sesión, se verifica la posición del órgano a tratar, así como de los órganos sanos adyacentes, y se compara con la situación teórica en la que deberían estar.
Si la situación es la correcta, se tiene la tranquilidad de que el tratamiento se realiza correctamente y se procede a administrar la sesión. En el caso de que la posición no sea la correcta, existiendo un desplazamiento de un milímetro o más, el sistema analiza los desplazamientos existentes y los movimientos de la mesa de tratamiento que se deben realizar para compensarlos. Una vez que se realizan, se comprueba que la posición es la correcta, administrando posteriormente la correspondiente fracción.
Ventajas de la IGRT
Gracias a la IGRT se tiene la certeza de que cada día se realiza el tratamiento allí donde debe efectuarse, y que las estructuras y tejidos sanos adyacentes que no deben recibir la radiación estén realmente fuera del campo.
Así, la gran ventaja del IGRT es que las incertidumbres prácticamente desaparecen, por lo que el margen de seguridad que debe dejarse alrededor del órgano a tratar es mínimo, por lo que la cantidad de tejido irradiado se reduce mucho, se mejora la tolerancia al tratamiento y reduciéndose la frecuencia y la severidad de los efectos secundarios.
Si desea más información sobre la IGRT, consulte con un especialista en Oncología.