El retraso en el lenguaje: cómo podemos identificarlo

Escrito por:

Paula Díaz Vasco

Logopeda

Publicado el: 28/07/2021
Editado por: Margarita Marquès


El retraso en el lenguaje aparece cuando la adquisición del lenguaje infantil, en cualquiera de sus diferentes etapas, es más lenta que la de sus iguales, sin tener asociados problemas de audición o neurológicos

 

¿Cómo se puede identificar?

Como hemos dicho antes, se puede observar cuando la adquisición es más lenta, por ejemplo, si a los 12 meses no utiliza gestos, como señalar o despedirse con la mano, o con dos años no genera palabras o frases de forma espontánea.

 

El retraso en el lenguaje aparece cuando la
adquisición del lenguaje infantil es más lenta

 

¿Cuáles son las fases habituales de los niños a la hora de empezar a hablar?

0-4 meses: emite sonidos para expresar sentimientos, crea sonidos guturales (k, g, j) y vocales (a, o, e), emite articulaciones espontáneas (ajo), imita sonidos conocidos. 4-6 meses: reconoce y responde a su nombre con sonidos, balbuceo de dos sílabas inconexas y sonidos más largos para responder a las voces adultas; varía el volumen y entonación, intenta reproducir nuevos sonidos. 6-9 meses: laleo (mamama, papa), balbuceos de cuatro sílabas muy usados en juego, emisiones vocálicas y gestos y gritos para llamar la atención, imita onomatopeyas, conoce y responde a su nombre, sigue los turnos de conversación. 10-12 meses: primeras palabras referidas a objetos y personas cercanas, habla en su propia jerga durante el juego, comprende órdenes sencillas con apoyo gestual, dice papá y mamá, repite palabras conocidas de dos sílabas.  12-18 meses: holofrases, imita palabras conocidas, nombra objetos y personas familiares, imita palabras nuevas bisílabas, jerga con estructura de frase. 18-24 meses: explosión léxica de 50-100 palabras, amalgamas (nota - no está) imita sonidos del entorno mientras juega, dice su nombre, crea frases con una o dos palabras, disminuye la jerga. 2-3 años: etapa telegráfica, imita y produce frases simple des 4 elementos, omite artículos, preposiciones, usa pronombres, sobregeneralización de verbos, responde a preguntas cerradas de sí o no y abiertas con ayuda del adulto, dice nombre y apellidos, relata lo que dice en voz alta, etapa de las preguntas ¿por qué?. 3-4 años: sabe decir su nombre completo y edad, pregunta y comprende por qué, qué, cómo y cuándo, comprende categorías semánticas familiares, crea frases completas de hasta 8 palabras, comprende órdenes de hasta 3 acciones y 3 objetos, sigue pequeñas historias. 4-5 años: le gusta contar sus experiencias recientes, sabe decir su dirección, entiende la negación, usa pronombres y posesivos, entiende palabras referentes al tiempo (ayer, hoy, mañana), sus frases incluyen verbos, el relativo, circunstancia y consecuencias e interrogativas, diferencia entre sinónimos y antónimos, comprende algunos conceptos abstractos. 5-6 años: pronuncia de forma fluida mucho vocabulario, sabe decir su fecha de nacimiento y teléfono, sus frases son semejantes a las del adulto, uso del futuro y del condicional, denomina las cosas y si no las conoce pregunta, relata acontecimientos importantes de su vida, responde a porqué y porqué pasa si, muestra interés por escritura y copia. 
 

¿Puede tratarse efectivamente a cualquier edad?

Es importante entender que la plasticidad del cerebro es mayor cuanto más pequeño es el niño. Por tanto, aprender le resultará más sencillo entre los 0 y 6 años. Acudir temprano al especialista en Logopedia en estos casos hará que el retraso del lenguaje se reduzca, mejorando en un menor tiempo, evitando futuros problemas de retraso en otras áreas como la lectoescritura y el aprendizaje.

 

¿Cómo se trata en la Clínica Áurea?

En Áurea se trabaja tanto la comprensión como la expresión y pronunciación, comenzando a adquirir vocabulario y sonidos utilizando gestos. Se comienza con vocabulario sencillo y funcional para el niño, poco a poco se introducirán palabras más complejas como los verbos, se empezará a construir frases de dos palabras, después se usarán nexos, etc.

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