Diferencias entre el linfoma de Hodgkin y el linfoma no Hodgkin

Escrito por:

Dra. María Casanova Espinosa

Hematóloga

Publicado el: 13/06/2019
Editado por:


Ambos linfomas son una clase de cáncer que empieza en los linfocitos, un tipo de glóbulos blancos. Estos linfocitos componen parte del sistema inmunitario, el cual nos defiende de los gérmenes.

 

La principal diferencia entre estos linfomas es el tipo concreto de linfocitos que participan en cada uno. Un patólogo puede determinar las diferencias entre un linfoma de Hodgkin y uno no Hodgkin al examinar con microscopio las células cancerosas.

 

Un patólogo puede determinar las diferencias entre un linfoma de Hodgkin y uno no Hodgkin.

 

¿Cuáles son los síntomas del linfoma no Hodgkin?

 

Este tipo de linfoma puede provocar distintas señales, en función de la clase de linfoma y su localización en el cuerpo del paciente.

 

Existen casos en los que no se aprecia ninguna sintomatología hasta que crece bastante. Algunos de los síntomas más habituales pueden ser:

Fiebre Inflamación de los ganglios linfáticos Sudoración y escalofríos Agotamiento extremo Pérdida de peso Hinchazón del abdomen Presión o dolor en el pecho Sensación de llenura tras comer poca cantidad de comida Dificultad para respirar o tos

 

Pese a que los ganglios linfáticos hinchados son un signo frecuente de linfoma, es más habitual que sea provocado por infecciones.

 

¿Cuántas personas se ven afectadas?

 

Desde hace varios años, el linfoma es el séptimo tipo de cáncer más habitual, tanto en hombres como en mujeres. Concretamente en España, se diagnostican 5.400 nuevos casos de linfoma no Hodgkin al año.

 

En cuanto a la mortalidad, se encuentra en la novena posición de causa de muerte por tumor, también en ambos sexos, siendo responsable del 3% total de muertes por cáncer.

 

La tasa relativa general de supervivencia a 5 años para los pacientes con linfoma no Hodgkin es del 70% y a 10 años del 60%.

 

¿Qué tipos de linfoma no Hodgkin hay?

 

Este linfoma crece y se disemina a distintas velocidades, puede ser de crecimiento rápido o lento. El tratamiento varía en función de si es de una clase de crecimiento u otro.

 

Existen muchas variedades de linfoma no Hodgkin, por lo que determinar la clase de linfoma puede ser confuso (incluso para los especialistas). En general, los tipos de linfomas más frecuentes se clasifican según si originan linfocitos B o T.

 

La mayoría linfomas de células B (aproximadamente el 85%) son linfomas no Hodgkin y los tipo T son menos del 15%. Hay muchos tipos de linfoma de células T, la gran mayoría poco comunes.


Avances en el tratamiento del linfoma no Hodgkin

 

Quimioterapia: se están estudiando diversos nuevos medicamentos de quimioterapia en estudios clínicas, combinando medicamentos o utilizando distintas dosis o secuencias de administración. Terapia de células madre: se están mejorando los métodos de trasplante de células madre, además de nuevas formas de recolectarlas antes del trasplante. Terapias dirigidas: estos medicamentos, a diferencia de los que se usan en quimioterapia, atacan a partes específicas de las células. A menudo presentan efectos secundarios pero pueden funcionar en casos en los que la quimioterapia no tiene efecto. Inmunoterapia: algunos tipos se usan para tratar el linfoma, como los inhibidores del punto de control o los anticuerpos monoclonales. Antibióticos: algunos linfomas están estrechamente relacionados con las infecciones. Se ha descubierto que tratar la infección puede ayudar a tratar el linfoma. Vacunas contra linfomas: estas vacunas sirven para tratar, no prevenir. De momentos solamente están disponibles en estudios clínicos.
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