Cómo detectar y tratar la depresión

Escrito por:

Dr. Raúl Fernández-Villamor Ortiz

Psiquiatra

Publicado el: 08/01/2020
Editado por: Margarita Marquès


La depresión es una enfermedad que consta de síntomas emocionales o mentales, pero también físicos o corporales. Se trata de un estado de ánimo triste, transitorio, que se produce a causa de una circunstancia adversa, que puede estar relacionada con factores genéticos, biológicos y psicosociales.

 

La depresión es una enfermedad que causa
una disminución importante en el funcionamiento diario​

 

En la actualidad, la depresión es una enfermedad muy común. De hecho, aproximadamente una de cada tres personas padece, a lo largo de su vida, algún trastorno afectivo. Concretamente, dos de cada tres personas son mujeres y la media de edad de inicio de la enfermedad depresiva es de 40 años.

 

Los síntomas de la depresión

Existen una serie de síntomas comunes en la depresión:

Tristeza Anhedonia o pérdida de interés e incapacidad de disfrutar Baja autoestima Apatía Falta de ilusión Falta de motivación Falta de iniciativa Alteración del sueño y del apetito Cansancio Problemas de concentración y de memoria

 

En la mayoría de los casos, estos síntomas van acompañados de otros síntomas ansiosos y físicos, como pueden ser dolores musculares y de cabeza, cansancio, estreñimiento o diarrea y opresión en el pecho. Además, en las depresiones más graves pueden aparecer incluso ideas de muerte y suicidio.

 

¿Cómo se diagnostica?

Existen muchos casos de depresión que no son diagnosticados, porque hay muchas personas que padecen esta enfermedad que no saben que la padecen. Esto suele ocurrir, estas personas entienden que cuando existe un conflicto o problema externo es normal estar con esos síntomas.

 

Sin embargo, cuando los síntomas anteriores se presentan de forma continuada resulta conveniente consultar con un médico, porque la depresión es una enfermedad que causa una disminución importante en el funcionamiento diario.

 

El tratamiento para la recuperación

En el caso de que se diagnostique la enfermedad, se debe seguir un tratamiento farmacológico que consiste en la ingesta de fármacos modernos con bajos niveles de efectos indeseables, permitiendo a los pacientes llevar una vida mejor.

 

Además del tratamiento farmacológico, existen herramientas terapéuticas, como la psicoterapia, que puede contribuir a la recuperación del paciente. Estas técnicas deben ser aplicadas por profesionales competentes, con una serie de objetivos claros para que el paciente pueda afrontar su enfermedad.

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