¿Cómo detectar un aneurisma?
Un aneurisma es el ensanchamiento o dilatación anormal de una arteria. Si bien pueden producirse en cualquier arteria del cuerpo, los más frecuentes ocurren en la aorta abdominal, representando un 80% de esta patología.
La mayoría de los aneurismas son asintomáticos. Algunos de los síntomas que pueden aparecer son dolor de abdomen, dolor de espalda o presentar un bulto pulsátil cerca del ombligo. Sin embargo, la mayoría de los aneurismas se detectan como un hallazgo casual al realizar pruebas de imagen indicadas para el estudio de otras patologías.

¿Cuál es el origen de los aneurismas?
Entre las múltiples causas que pueden favorecer la aparición y progresión de un aneurisma, debemos tener en cuenta la edad, los antecedentes familiares, la hipertensión arterial, el tabaquismo, el colesterol elevado o las enfermedades pulmonares (EPOC).
Todos estos factores están relacionados con la enfermedad arterioesclerótica.
¿Se puede evitar el aneurisma?
Los aneurismas no pueden prevenirse en sentido estricto, ya que los factores como la edad, los antecedentes familiares, enfermedades del colágeno u otro tipo de alteraciones genéticas, no se pueden modificar.
Sin embargo, manteniendo un buen control de la hipertensión arterial y del colesterol y abandonando el tabaquismo se puede retrasar la aparición y progresión de la enfermedad.
Por otro lado, es importante realizar un control y seguimiento del ritmo de crecimiento del aneurisma, con el fin de evitar la rotura del mismo. Un crecimiento igual o superior a 5 mm de diámetro en 6 meses o un diámetro mayor a 55 mm aumenta las posibilidades de rotura del aneurisma y se debe realizar el tratamiento más adecuado para cada caso.
¿En qué consiste el tratamiento?
El tratamiento debe ser individualizado y puede realizarse mediante cirugía convencional abdominal abierta, aunque los avances en el tratamiento de aneurismas han permitido realizar la implantación de una endoprótesis, técnica endovascular con punciones inguinales muy poco invasiva y con una pronta recuperación.
La reparación endovascular requiere un estudio previo y la fabricación de una prótesis a medida para cada paciente, así como de especialistas en Cirugía Vascular con la mayor experiencia e instalaciones especializadas. Posteriormente, se debe realizar un seguimiento periódico.