Cardiología preventiva: identificar a tiempo las cardiopatías

Escrito por:

Dr. Alberto Cabestrero de Diego

Cardiólogo

Publicado el: 02/02/2021
Editado por: Patricia Pujante Crespo


La Cardiología preventiva es la rama de la Cardiología que tiene como fin evitar el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Así, sus objetivos son:

Promover la salud cardiovascular. Establecer en el paciente hábitos de vida saludables. Identificar a los pacientes con mayor predisposición a enfermedades cardíacas. Diagnosticar enfermedades en fases iniciales, cuando todavía no han producido síntomas, ya que el tratamiento es más efectivo. La Cardiología preventiva permite diagnosticar a tiempo
patologías del corazón y factores de riesgo 

 

¿Qué pruebas de estudio se incluyen en la Cardiología preventiva?

Es fundamental una entrevista con el cardiólogo: a través de la historia clínica y exploración se pueden identificar factores de riesgo, antecedentes y síntomas que orienten las exploraciones complementarias más adecuadas para cada persona. Las pruebas generales de una revisión cardiológica completa deberían incluir un electrocardiograma, un ecocardiograma y, en personas con factores de riesgo, sobre todo a partir de los 50 años, una prueba de esfuerzo.

 

¿Quién debería someterse a estos estudios y por qué?

Principalmente a partir de los 40 años de edad, pues es cuando comienza a incrementarse el riesgo de enfermedad cardiovascular. Esto es especialmente importante en sujetos con antecedentes familiares de enfermedades cardiacas o con factores de riesgo vascular, como el tabaquismo, la hipertensión, la diabetes, o con un nivel de colesterol elevado.

 

¿Qué información arrojarán y cuándo se considerará que existe alguna anomalía cardiológica?

La valoración global indica cuál es la salud cardiovascular de la persona. Esto permite establecer una serie de medidas preventivas adecuadas para reducir el riesgo de desarrollar una futura enfermedad cardiaca. Estas pueden incluir cambios en el estilo de vida, en la dieta o en la actividad física. En aquellas personas en las que se detectan anomalías puede incluso ser necesario iniciar un tratamiento farmacológico para controlar el problema en sus fases más precoces, que es cuando la terapéutica es más efectiva para evitar la progresión de la enfermedad.

 

¿Cómo se deberá abordar cualquier anomalía?

A través de una consulta cardiológica en la que la relación sea cordial y de confianza. Hay que entender que, por definición, se trata de personas sanas, por lo que un hay que huir de informaciones alarmantes e intentar comunicar de una forma cercana y comprensible. A partir del estado del paciente, antecedentes y hábitos de vida, establecer cuáles son los objetivos de la revisión, qué esperamos de las pruebas realizadas, y qué cambios podrían devenir de sus resultados. Y siempre desde una perspectiva positiva: es una acción que se emprende para mejorar, para encontrarse mejor, y para que este bienestar se mantenga en el tiempo.

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