La Traumatología Regenerativa y los beneficios de la artroscopia

La Traumatología es la especialidad médica que se ocupa de las lesiones y enfermedades del aparato locomotor, es decir, de los huesos, articulaciones, tendones, músculos y ligamentos. Durante mucho tiempo, la traumatología se ha basado en técnicas quirúrgicas que buscaban reparar o sustituir las partes dañadas del cuerpo mediante el uso de placas, clavos, suturas o prótesis. Sin embargo, en las últimas décadas se ha desarrollado una nueva rama de la traumatología que va más allá de la simple fijación o reemplazo: la traumatología regenerativa.

La Traumatología regenerativa nos permite a los traumatólogos en restaurar la vitalidad del tejido músculo-esquelético, potenciando la capacidad de curación natural del cuerpo. Para ello, se emplean técnicas que estimulan el potencial regenerativo de las células y los tejidos, como las células madre mesenquimales o los factores de crecimiento.

Estos pueden ser aplicados mediante infiltraciones en las partes del cuerpo que se necesitan, idealmente guiados por ecografía o rayos x, o introduciendo una pequeña cámara de vídeo en el cuerpo: artroscopia, que permite, además, reparar tejidos con implantes o retirar partes dañadas.

Algunas técnicas de la Traumatología regenerativa y artroscopia

La Traumatología regenerativa cuenta con técnicas que consiguen mejorar la calidad de vida de los pacientes evitando o retrasando el uso de prótesis u otras soluciones más agresivas.

• Las células mesenquimales son células que se encuentran en diferentes partes del cuerpo y que tienen la capacidad de reproducirse y diferenciarse en células de diferentes tejidos como el hueso, el cartílago o el tendón. Estas células se activan cuando hay una lesión y participan en el proceso de reparación.
• Los factores de crecimiento y las citoquinas son proteínas que se encuentran en el plasma sanguíneo y que tienen efectos biológicos como la proliferación y la diferenciación celular, la generación de vasos sanguíneos y la migración de las células a los lugares donde es necesario que se produzca la regeneración. Estos factores se pueden obtener mediante una extracción de sangre al paciente y un posterior procesamiento para separar el plasma rico en factores de crecimiento, en citoquinas o en proteínas autólogas regenerativas. Este plasma se puede infiltrar en la zona a tratar o aplicar directamente sobre la lesión durante una intervención quirúrgica.
• La artroscopia es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva, que consiste en introducir una cámara diminuta (artroscopio) y unos instrumentos quirúrgicos a través de pequeñas incisiones en la piel para visualizar y tratar las lesiones dentro de una articulación.

Y todo esto funciona de forma conjunta:

Los factores de crecimiento y citoquinas son “mensajes de auxilio”, como el S.O.S que emite un avión o un barco en peligro, que activan a las células mesenquimales, que acuden para reparar el tejido en peligro. Mediante la artroscopia o la cirugía mínimamente invasiva también se puede limpiar y dejar la lesión preparada con técnicas que potencian la señal de ayuda y que estimulan la llegada de células mesenquimales, y se usan implantes para la estabilización mecánica de la lesión o que sirvan como “andamios” sobre los que se depositan las células mesenquimales formando tejidos nuevos.

Beneficios de la artroscopia en la Traumatología regenerativa

Los beneficios de la artroscopia en la Traumatología regenerativa son los siguientes:

• Permite visualizar y tratar las lesiones dentro de una articulación con mayor precisión y provocando un menor daño al tejido sano que el que haría la cirugía abierta tradicional.
• Reduce el riesgo de infección, el sangrado, el dolor postoperatorio, el tiempo de hospitalización y recuperación.
• Mejora los resultados estéticos y funcionales.
• Mejora los resultados respecto a las infiltraciones, al combinarse con técnicas regenerativas, como las células mesenquimales o los factores de crecimiento, con el fin de potenciar la capacidad de curación natural del cuerpo y favorecer la regeneración del cartílago, el hueso, el tendón o el músculo y la reparación e tejidos mediante la cirugía mínimamente invasiva.
• Es aplicable en diversas patologías articulares, como meniscos rotos, ligamentos cruzados rotos, condromalacia rotuliana, artrosis o lesiones tendinosas.

Así pues, la aplicación de la Medicina Regenerativa junto con la Artroscopia es una combinación ganadora para el paciente.