Entendiendo la realidad de sufrir ansiedad

La ansiedad nos impulsa hacia la acción, ya sea para huir de un peligro inminente o para alcanzar un objetivo específico, como aprobar un examen. En tales circunstancias, nuestro cuerpo se prepara intensamente para enfrentar la situación, alterando nuestro equilibrio físico, psicofisiológico y neurobiológico interno. Esto se manifiesta en un aumento del ritmo cardíaco, respiración acelerada, sudoración incrementada y elevación de la presión sanguínea, entre otros cambios.

Estas modificaciones nos preparan tanto física como psicológicamente para responder de manera más efectiva ante desafíos. Nuestros reflejos, concentración, capacidad física y velocidad de respuesta se ven potenciados. Por esta razón, cuando nos enfrentamos a situaciones difíciles, es preferible experimentar cierto grado de ansiedad en lugar de estar completamente relajados.

¿Existen diferentes tipos de ansiedad?

Un estudio clásico, llevado a cabo por Spielberger, Gorsuch, Lushene, Vagg y Jacobs en 1983, dividió la ansiedad en dos categorías distintas: ansiedad estado y ansiedad rasgo.

• La ansiedad estado se refiere a las reacciones de ansiedad que experimentamos en momentos específicos, como los nervios previos a una primera cita o ante un examen importante. Es una respuesta temporal y situacional.
• Por otro lado, la ansiedad rasgo representa un estado emocional más permanente y arraigado en la persona. Se refiere a la tendencia general de una persona a experimentar ansiedad en diversas situaciones de la vida cotidiana. Cuando la ansiedad rasgo es alta y persistente, puede indicar la presencia de un trastorno de ansiedad.

¿Puede curarse la ansiedad?

Dado que la ansiedad surge de un funcionamiento desequilibrado en nuestro sistema de alerta y supervivencia, no solo es tratable, sino que es fundamental que cualquier persona que haya experimentado este trastorno durante un período prolongado busque atención psicológica y médica adecuada. No es necesario sufrir de forma constante la angustia y el malestar que la ansiedad puede provocar como trastorno.

Sin embargo, el enfoque del tratamiento puede variar según la causa y la intensidad de la ansiedad. A excepción de los casos en los que la ansiedad tiene un origen neurológico, como se mencionó anteriormente, casi todos los problemas de ansiedad tienen opciones de tratamiento, aunque estos no siempre sean breves. Es importante comprender que, aunque la ansiedad es tratable, la mejoría puede requerir tiempo, especialmente si se ha convivido con ella durante años.

Es importante destacar que los mensajes que sugieren "acostumbrarse a vivir con la ansiedad" solo reflejan fracasos en tratamientos previos. En la actualidad, no existe razón para que nadie se conforme con vivir con ansiedad. Adaptarse a esta situación es un error que carece de sentido.

¿Cuáles son los tratamientos para la ansiedad?

Además de evaluar nuestros propios hábitos de vida y considerar el impacto del consumo de sustancias como el cannabis o los efectos secundarios de la medicación que tomamos, existen dos enfoques principales para tratar la ansiedad:

• Tratamientos farmacológicos: es importante entender que los medicamentos no curan la ansiedad, sino que la controlan, actuando sobre los mecanismos neurobiológicos subyacentes, y solo mientras se toman. Sin embargo, son de gran ayuda durante los momentos de mayor angustia durante el tratamiento psicológico.

Es esencial tener en cuenta que si, después de un período de tiempo tomando medicamentos, la ansiedad no se controla, entonces no están cumpliendo su función. El uso de medicamentos solo es justificado cuando la ansiedad disminuye significativamente. En caso contrario, se debe buscar la orientación de un médico para ajustar el tratamiento.

• Tratamientos psicológicos: existen diversos enfoques en los tratamientos psicológicos. Algunos se centran en mejorar la capacidad de autocontrol sobre la ansiedad, mientras que otros exploran y abordan las causas subyacentes del problema. Personalmente, prefiero estos últimos, aunque su duración puede ser más prolongada, ya que tienen el potencial de erradicar la ansiedad de forma definitiva. A largo plazo, esta inversión en tiempo suele traducirse en resultados positivos significativos.

En general, durante un tratamiento psicológico, lo ideal es evitar el uso de medicación. Sin embargo, si la ansiedad es intensa y debilitante, no tiene sentido sufrir innecesariamente. En estos casos, es recomendable buscar ayuda médica mientras se espera que la psicoterapia comience a surtir efecto.

¿Qué puedes hacer con tu ansiedad?

Aunque pueda resultar desafiante, es crucial mantener siempre una actitud positiva. La ansiedad es un problema que puede ser tratado de manera definitiva, y la clave radica en buscar el tratamiento y al profesional adecuado. Ante todo, es importante revisar nuestros hábitos de vida diarios, incluyendo:

• Control del sueño: es fundamental dormir un mínimo de 7-8 horas diarias, manteniendo una rutina regular en los horarios de sueño. La falta de un sueño reparador puede ser un factor que contribuya al estrés y la ansiedad.
• Alimentación equilibrada: evitar el consumo excesivo de alcohol, cafeína, grasas saturadas, excitantes y azúcares. Estos elementos pueden aumentar los niveles de ansiedad.
• Ejercicio regular: la práctica diaria de ejercicio es un excelente medio para protegerse contra la ansiedad. Sin embargo, es recomendable evitar realizar ejercicio justo antes de dormir, ya que puede dificultar conciliar el sueño.
• Exposición al sol: aprovechar el tiempo al aire libre y recibir luz solar moderadamente puede tener efectos calmantes y revitalizantes. Es importante proteger la piel con un protector solar adecuado.
• Yoga y meditación: estas prácticas pueden ser efectivas para controlar la ansiedad a largo plazo, pero es crucial aprenderlas correctamente. Se recomienda acudir a un centro especializado para recibir una instrucción adecuada.
• Evitar el consumo de drogas: especialmente el cannabis y la cocaína pueden aumentar la ansiedad a largo plazo. Es importante ser consciente de los efectos a largo plazo de estas sustancias.
• Valorar la gravedad de la ansiedad antes del tratamiento: Si la ansiedad es intolerable, es recomendable consultar a un médico para considerar un tratamiento farmacológico. Posteriormente, se puede buscar la ayuda de un psicólogo especializado en ansiedad. Es esencial recordar que los medicamentos no proporcionan una cura definitiva, sino que solo controlan los síntomas mientras se toman.

Finalmente, no dudes en contactar con De Salud Psicólogos si necesitas más información. Somos expertos en el tratamiento de la ansiedad y estamos aquí para ayudarte. Confía en que tiene solución.