Comprendiendo la hernia discal cervical: factores de riesgo, tratamientos y pasos hacia la recuperación

Debemos saber que el disco intervertebral es el amortiguador que tenemos entre dos vértebras y sirve para dar movilidad a la columna vertebral. A grandes rasgos, cuando ese disco se desgasta, termina rompiéndose y sale hacia el canal medular, lo llamamos hernia discal.

La mayoría de las veces, únicamente da dolor cervical (que llamamos axial), pero a veces, si comprime una raíz o la médula espinal, puede producir dolor, pérdida de sensibilidad o de fuerza en las extremidades.

Factores de riesgo asociados al desarrollo de una hernia discal cervical

Evidentemente, el envejecimiento es el factor principal, la degeneración discal no es más que las “arrugas” que empiezan a aparecer en la columna vertebral con el paso del tiempo, y otros factores importantes son el sedentarismo, el trabajo o la predisposición hereditaria.

Hasta la fecha, el envejecimiento o los factores genéticos no los podemos manipular, pero sí el sedentarismo o la posición mantenida en el puesto de trabajo, de modo que el ejercicio físico para potenciar la musculatura paraespinal y la higiene postural son la principal medida preventiva para disminuir el riesgo de desarrollar una hernia discal cervical.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento disponibles

Un porcentaje muy alto de esas hernias se solucionan con tratamiento conservador (analgésicos, antiinflamatorios, higiene postural, ejercicios, fisioterapia, infiltraciones). La cirugía está indicada en hernias de gran tamaño que comprimen la médula espinal o alguna raíz y además hay evidencia de afectación neurológica en la exploración física.

¿Qué procedimientos quirúrgicos existen para tratar la hernia discal cervical?

El objetivo principal de la cirugía de la hernia discal cervical es la descompresión de las estructuras nerviosas (médula y/o raíces) y la vía de acceso más frecuente suele ser la anterior siempre con la ayuda de un microscopio o gafas-lupa y, en otros casos, se hace la vía posterior o incluso doble vía anterior-posterior.

Los cirujanos debemos explicar la patología y el tratamiento que vamos a realizar para que el paciente se sienta cómodo durante todo el proceso y previamente a la intervención visitarán al anestesista con un estudio completo preoperatorio.

El día de la intervención acudirá en ayunas de 6-8 horas y a la hora convenida será dirigido al área quirúrgica donde se le realizará la anestesia y la cirugía, será despertado en el quirófano y pasará a una sala denominada de recuperación, donde estará monitorizado hasta que el anestesista vea conveniente que pase a su cama ya en la planta. A las 6-8 horas de la intervención podrá incorporarse y caminar por su habitación siempre que no haya ninguna incidencia y a las 24-48 horas se le dará el alta hospitalaria.

¿Cuáles son las terapias físicas y recomendaciones para ayudar a los pacientes a recuperarse después de una cirugía de hernia discal cervical?

Depende de la cirugía que se haya realizado, pero a grandes rasgos, a partir de la 3-4 semana de la cirugía comenzará con la fase de rehabilitación, movilizando la columna cervical y realizando ejercicios para potenciar la musculatura paraespinal. Desde el primer día postoperatorio estará caminando y movilizando miembros inferiores y superiores y sin cargar peso ni realizar sobreesfuerzos durante 2-3 meses.

¿Qué cambios en el estilo de vida se deben considerar para prevenir futuras complicaciones?

Sí, como hemos comentado previamente, el ejercicio físico para potenciar la musculatura paraespinal y la higiene postural son la principal medida preventiva, ya que disminuyen el riesgo de desarrollar una hernia discal cervical.