Tratamiento y cura de las úlceras

Las úlceras son heridas que pueden ser producidas por caídas o accidentes (lesiones postraumáticas) o bien como consecuencia de una intervención quirúrgica en la que la herida no haya cicatrizado correctamente (postoperatorio).

Pueden aparecer en diferentes zonas y por distintos motivos:

• Trastornos circulatorios.

En este primer grupo se diferencia entre:

Úlceras venosas: se producen en la zona anterior del tobillo y la parte baja de la pierna. Suelen ser lesiones poco profundas que no causan dolor porque no están infectadas. Mientras que las úlceras tromboflebíticas suelen ser profundas y dolorosas.

Úlceras arteriales y diabéticas: suelen localizarse en los dedos de los pies y pueden llegar a ser lesiones muy dolorosas.

• Úlceras de decúbito. Las heridas aparecen por presión en una determinada zona que pueden agravarse por factores como la incontinencia urinaria o la dificultad de cambiar al paciente de posición. Estas úlceras suelen presentarse en los talones de los pies y las nalgas.
• Pie diabético. Las personas con pie diabético son especialmente propensas a desarrollar úlceras, infecciones de las mismas y gangrena con el consiguiente peligro de amputación.

En aquellos casos en los que se retrasa la cicatrización de la úlcera, se crea un sistema cerrado mediante una bolsa de teflón, una campana o un cilindro de vacío. Cada sesión tiene una duración de entre 20 y 30 minutos y se realizarán tantas como sean necesarias hasta que la lesión cicatrice. Dependerá, en gran medida, del tamaño y tipo de úlcera.

Los pacientes suelen responder muy bien a este método, ya que la aplicación tópica de ozono no es dolorosa. Además, el ozono realiza un desbridamiento químico natural sobre los tejidos esfacelados sin ser necesario realizar curas agresivas para mantener la herida libre de tejidos en mal estado.

Los beneficios del tratamiento son evidentes desde la primera sesión. Adicionalmente, se lleva a cabo un control fotográfico de la lesión para poder evaluar de forma objetiva la evolución y el tamaño de las lesiones.

Una vez finalizado el tratamiento con ozono local, se realiza una cura atendiendo al tipo de lesión que presenta el paciente. Para los supuestos en los que el aporte de oxígeno esté disminuido se podrá combinar con la autohemoterapia para acelerar el proceso de curación.