¿Por qué se produce la ansiedad?

¿Qué es la ansiedad y qué son los ataques de pánico?

La ansiedad es una emoción que nos indica qué algo está pasando y nos prepara para la acción. Es decir, tiene una función adaptativa para el afrontamiento de la situación, para realizar una óptima ejecución de una tarea o imprevisto.

Imaginemos, por ejemplo, que vamos a cruzar un paso de peatones y vemos un coche que viene hacia nosotros y no frena. Nuestro cerebro nos prepara a través de la amígdala para indicarnos que hay un peligro. Como respuesta, nuestro organismo reacciona emitiendo la respuesta necesaria para afrontar la situación. Po ejemplo, en el caso del posible peligro ante el coche tensar los músculos, dilatación de las pupilas, sudoración, segregar adrenalina y/ o prestar más atención para poder salir corriendo y evitar el atropello. Por lo tanto, lo que hace la ansiedad es indicarnos que hay un peligro y actuar en consecuencia.

Un ataque de pánico es la aparición repentina de un sentimiento de alta intensidad asociado a pensamientos de catástrofe. Los más típicos, pensar que vamos a sufrir un ataque al corazón o que nos vamos a “volver locos”. La sensación que tenemos es de qué tenemos que huir y esta se va agravando y cada vez vamos sintiéndonos peor, pensando en un peligro que en realidad no existe. El ataque de pánico suele durar unos minutos y en algunos casos que no son demasiados, un par de horas.

¿Por qué se produce la ansiedad?

Tenemos tres motivos principales por los que produce la ansiedad:

• Factores predisponentes: son factores biológicos, factores de personalidad y estilos de crianza, que, en realidad, es lo que más nos encontramos en los despachos. Sería cómo nos ha influido un poco nuestra infancia, nuestra adolescencia y cómo nos está provocando ahora ansiedad.
• Factores de mantenimiento: serían las soluciones que hemos intentado para quitarnos la ansiedad, que, en realidad, lo que han provocado es un círculo vicioso que intentamos evitar, con lo cual realizamos conductas de evitación y seguimos teniendo la misma ansiedad (o más).
• Factores desencadenantes: serían situacionales como el consumo de tóxicos o, cuando tenemos una situación en nuestra vida diaria que nos está provocando ansiedad, como podrían ser las crisis familiares o las crisis laborales.

¿Cuáles son los síntomas de la ansiedad?

Como síntomas de ansiedad, tenemos tres grupos:

• Sensaciones físicas: son las más típicas con las que la gente nos viene a consulta. Sensaciones de taquicardia, mareo, sequedad de boca, náuseas, problemas estomacales, visión borrosa, un sin fin. La verdad que hay bastantes y es una de las características de la ansiedad, que a cada persona le puede estar provocando una sintomatología diferente.
• Pensamientos: serían lo que pensamos alrededor de todo lo que nos provoca la ansiedad. Hay pensamientos como de estar volviéndonos locos, sensación de irrealidad o pensamientos asociados a cualquier peligro, cualquier circunstancia que nos cause malestar.
• Conductas: normalmente están relacionadas con conductas de evitación, sin darnos cuenta de que esta propia evitación es lo que hace que cada vez tengamos más ansiedad.

¿Cómo se puede tratar la ansiedad?

Cuando la ansiedad es muy alta tenemos que intervenir de dos maneras:

• Tratamiento farmacológico: vendría dado por el médico de cabecera o el psiquiatra y consiste en la administración de antidepresivos que actúan sobre la ansiedad. El problema que tienen los antidepresivos es que tardan dos semanas en hacer efecto, con lo que durante dos semanas vamos a estar notando la ansiedad. En estas dos semanas lo que se hace es que, también, se administran benzodiacepinas que actúan directamente y rápidamente sobre la sintomatología de la ansiedad.
• Terapia psicológica: hoy por hoy, la terapia que mejor resultado tiene es la terapia cognitivo conductual, en la cual trabajamos los pensamientos y cómo esos pensamientos influyen en las emociones y en la conducta. A mí esto me gusta explicarlo de la siguiente manera.

Imaginemos un iceberg. La punta del iceberg, lo que se ve, sería la sintomatología de la ansiedad, las taquicardias, sensación de irrealidad, náuseas, todo lo que nos puede provocar. Y lo que está debajo del iceberg, lo que no se ve, son los pensamientos asociados. En terapia psicológica es importante trabajar todo esto que en realidad no se ve. Es lo que menos importancia damos porque no nos está causando la sintomatología, pero es lo que hace que prevalezca y que no consigamos quitarnos la ansiedad. A la vez se facilitan “herramientas” para poder disminuir el malestar que provocan todos esos pensamientos y/o situaciones.