¿En qué consiste la rinomanometría?
La rinomanometría es una técnica que se utiliza como prueba de diagnóstico en el campo de la Alergología y la Otorrinolaringología y que sirve para estudiar el flujo de aire que atraviesa las fosas nasales durante la respiración. Entre la inspiración y la espiración el aire atraviesa las fosas nasales, con la rinomanometría se mide el flujo de aire a distintas presiones y detecta posibles obstrucciones o resistencias a sus pasos.
Para llevar a cabo el estudio es necesario un rinomanómetro —aparto que mide los flujos y las resistencias del aire— que se conecte a un ordenador que registre los resultados. La duración de la prueba es de unos minutos.
¿Por qué se realiza la rinomanometría?
Con la rinomanometría se puede comprobar si existe algún tipo de alteración que ofrezca resistencia al aire al paso de éste a través de las fosas nasales, tanto en el momento de la inspiración como durante la espiración.
Así, con esta prueba se puede detectar la presencia de inflamación en la mucosa nasal, de pólipos, hipertrofia en los cornetes, un desvío en el tabique nasal… Una vez obtenidos los resultados, el especialista valorará si estas alteraciones merecen o no tratamiento quirúrgico.
Preparación para la rinomanometría
Para llevar a cabio un estudio de rinomanometría no es necesario prepararse en exceso. El paciente deberá acudir a la consulta simplemente con una correcta higiene nasal para poder realizar la prueba sin problemas.
A su vez, no se recomienda fumar durante, al menos, las 48 horas previas a la prueba.
¿Qué se siente durante la rinomanometría?
Durante la prueba el paciente no sentirá absolutamente nada, ya que se trata de una prueba no invasiva y totalmente indolora.
A su vez, cabe destacar que la prueba no pone en riesgo la salud del paciente en ningún momento.
Significado de resultados anormales
La rinomanometría detectará la existencia o no de problemas en la nariz tales como el nivel de resistencia que se encuentra el aire, si existen algunas deformidades o resistencias, si existe una inflamación en la mucosa o si existen pólipos.
En función de las patologías detectadas, el especialista tendrá que valorar si es necesario llevar a cabo algún tipo de cirugía o cambio en la estructura de la nariz.