Rinoplastia ultrasónica
Índice
- ¿Qué es la rinoplastia ultrasónica?
- ¿Por qué se realiza?
- ¿En qué consiste la rinoplastia ultrasónica?
- Preparación para la rinoplastia ultrasónica
- Cuidados tras la intervención
- Alternativas a este tratamiento
¿Qué es la rinoplastia ultrasónica?
La rinoplastia es una intervención quirúrgica utilizada para la remodelación de la forma de la nariz que tiene la finalidad de lograr una mejora de la armonía facial. Esta intervención se la puede realizar cualquier paciente que presente alteraciones de la morfología natural de la nariz. A pesar de que no hay restricciones de edad, lo más habitual es entre los 18 y 45 años.
Es fundamental individualizar cada caso, atendiendo a las características únicas de cada persona. Por ello, al plantear una rinoplastia se deben tener en cuenta las características morfológicas del paciente para adaptar su nariz al resto de sus rasgos faciales.
La rinoplastia ultrasónica es la técnica más avanzada de este tipo de cirugía, menos dolorosa, menos agresiva y mucho más precisa que con la rinoplastia tradicional. Esta técnica se hace a través de vibraciones ultrasónicas que tienen la capacidad de cortar y remodelar el hueso sin dañar otros tejidos de manera segura y precisa. Se utilizan los ultrasonidos para esculpir el hueso y cortarlo sin romperlo de forma controlada para conseguir los resultados óptimos para el paciente.
Es la técnica mejor valorada actualmente y sus principales ventajas respecto a la rinoplastia tradicional son:
- Mejor remodelado del contorno óseo, gracias a la utilización del instrumental más avanzado, en este caso un bisturí piezoeléctrico que consigue una mayor precisión sin dejar cicatrices visibles o fracturas.
- Osteotomías mucho más precisas, sin fracturas inadvertidas e irregularidades.
- No hay posibilidad de lesión de los tejidos blandos, tales como la piel, mucosas o vasos sanguíneos.
- Mínima aparición de hematomas, edemas o inflamación, por el contrario, de lo que solía pasar con la rinoplastia tradicional.
- Recuperación postoperatoria más rápida. Como apenas existe traumatismo, se puede volver a la vida normal en un corto período de tiempo.
- Casi no deja cicatrices. Solo un pequeño corte entre las fosas nasales que en dos o tres meses acaba desapareciendo casi por completo.
¿Por qué se realiza?
El motivo de una rinoplastia no es únicamente por motivos estéticos, sino también a motivos reparadores. Por ejemplo, la desviación nasal, con obstrucción de la entrada de aire, es una secuela incómoda que puede limitar la calidad de vida de una persona. Este problema se puede corregir mediante una técnica que se conoce como septoplastia.
En cada paciente se determina previamente a la rinoplastia qué cambios se van a proceder, dependiendo de la morfología nasal, que deben ser bien explicadas por el cirujano, para hacer más comprensible el tratamiento propuesto.
¿En qué consiste la rinoplastia ultrasónica?
Primero de todo, el cirujano deberá hacer un análisis prequirúrgico y conocer las pretensiones del paciente. Una vez analizadas las posibilidades, ambos consensuarán cómo se desarrollará la cirugía.
La intervención dura aproximadamente unos 90 minutos y se aplica anestesia general en el paciente. El cirujano, con el empleo de un piezoeléctrico, vibraciones ultrasónicas, va cortando y remodelando el hueso y limándolo de manera milimétrica hasta conseguir los resultados deseados y acordes con la fisionomía del paciente. Los ultrasonidos consiguen evitar que el hueso se fracture y que se respeten los tejidos que rodean toda la zona.
Una vez terminada la operación, el postoperatorio consiste en la aplicación de una férula nasal que el paciente deberá llevar durante los posteriores 10 días aproximadamente, a veces incluso menos.
En la mayoría de los casos no es necesario colocar taponamientos nasales.
En casi todos los casos, los pacientes que realicen esta operación no requerirán de ingreso hospitalario.
Preparación para la rinoplastia ultrasónica
El paciente, antes de realizar la operación, deberá haber pasado por un proceso de preoperatorio, donde se incluya un estudio analítico y un electrocardiograma, además de una valoración clínica por parte del anestesista para que no haya ninguna complicación en ese aspecto.
También habrá que hacer una valoración del tabique nasal y de los cornetes para hacer una valoración sobre la función respiratoria del paciente, la cual también será tratada en función de la rinoplastia que el paciente se quiera hacer.
Por último, y no menos importante, habrá que haber pactado con el especialista en consulta, la forma deseada y el resultado que se quiera obtener con la operación, para que la nariz no quede acorde con la forma de la cara del paciente. Se puede efectuar una simulación en 3D por ordenador de cómo quedaría el resultado final para que el paciente se pueda hacer una idea de cuál sería el resultado.
Cuidados tras la intervención
La rinoplastia ultrasónica no es una cirugía dolorosa, por tanto, no se suelen recetar analgésicos después de la operación. Aun así, suelen recetarse antinflamatorios para los días posteriores por si el paciente tiene molestias o síntomas parecidos.
Tras la intervención, también es fundamental seguir una serie de consejos y recomendaciones para poder tener éxito en el posoperatorio:
- Mantener la cabeza elevada: es importante mantener la cabeza elevada para poder aliviar presión de sangre a la cabeza y así evitar posibles dolores. De esta manera, también conseguimos que el posible edema que pueda salir se vaya reabsorbiendo mejor y su curación sea más rápida y la inflamación baje.
- Aplicar frío en la zona afectada: aplicar frío por encima de la férula y en los párpados inferiores durante los primeros días ayudará a sentir menos dolor y servirá como antinflamatorio, sobre todo justo después de la cirugía.
- Lavados diarios de las fosas nasales: después de los primeros 3-4 días es muy importante empezar a realizar lavados de las fosas nasales con un spray que contenga agua de mar.
- Limitar el ejercicio físico: es considerable limitar el ejercicio físico intenso tres semanas o un mes, sobre todo para no causar ningún daño por un golpe y para que no suba la tensión arterial. Aun así, se pueden realizar deportes de manera controlada y sin un gran esfuerzo físico.
- Evitar la exposición al sol: es recomendable que no haya una exposición directa al sol mientras haya hematomas visibles, ya que la zona que esté amoratada podría pigmentarse. Si existe una exposición al sol, aun siendo indirecta, es crucial utilizar una crema solar para proteger la zona.
- No usar lentes de contacto o gafas de sol: se recomienda no utilizarlas durante un mes, hasta que el hueso esté consolidado, ya que ejercerían presión directa en los huesos nasales y podrían mover la zona operada y el resultado no sería óptimo.
- Estornudar con la boca abierta: si le entran ganas de estornudar, lo más recomendable es hacerlo con la boca abierta para no hacer presión en la zona interior o intranasal.
Alternativas a este tratamiento
La rinoplastia ultrasónica es la técnica más avanzada e innovadora que existe para realizar una rinoplastia.
Aun así, existen otras alternativas sobre este tratamiento: la rinoplastia tradicional, y, otras técnicas para remodelar la nariz sin pasar por una cirugía como podría ser la rinomodelación.
La rinoplastia tradicional se realiza mediante osteotomías con material quirúrgico como el cincel y el martillo, es decir, fracturas y cortes para poder modelar los huesos nasales tal y como se deseen los resultados. Es una técnica más agresiva que necesita romper el hueso para modelarlo. Estas fracturas pueden provocar irregularidades o fracturas en una dirección no controlada. Los hematomas son mucho más frecuentes, y la recuperación se alarga mucho más en el tiempo que con una rinoplastia ultrasónica.
La rinomodelación es un tratamiento que se realiza para corregir o embellecer la nariz mediante sustancias reabsorbibles como el ácido hialurónico para poder conseguir el resultado que se desee por parte del paciente, con anestesia local. Al no tener que pasar por cirugía es una técnica mucho menos agresiva y menos intrusiva. Sin embargo, no es la técnica óptima para todos los tipos de rostro, sobre todo porque no reduce el tamaño de la nariz.