Mamografía
Índice
4. Preparación para la mamografía
5. ¿Qué se siente durante el examen?
6. Significado de resultados anormales
¿Qué es una mamografía?
Una mamografía es un examen de detección del cáncer de mama que sirve para diagnosticar la enfermedad en mujeres que no muestran ningún otro síntoma, aunque también puede emplearse cuando se ha detectado un bulto u otra sintomatología en el pecho. La mamografía utiliza rayos X para detectar signos de cáncer de mama en las primeras fases de la enfermedad.
¿En qué consiste?
Una mamografía toma dos imágenes con rayos X de cada seno. El especialista en Radiología escanea cada mama individualmente y consiste en colocar el seno en una placa transparente, en el interior de la máquina de rayos X, donde se la comprime con otra placa transparente en la parte superior, con el objetivo de aplanar el pecho. A continuación la máquina toma las imágenes rayos X de cada mama. Normalmente la prueba la lleva a cabo una especialista mujer y las radiografías tienen una duración de unos segundos cada una, por lo que no es una prueba muy larga.
¿Por qué se realiza?
El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente entre las mujeres de todo el mundo, a excepción del cáncer de piel no melanoma. En España su incidencia es baja en comparación con Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Países Bajos, Bélgica, Alemania, Francia y Suiza, pero es uno de los más agresivos. En 2019 se diagnosticaron en España 33.307 nuevos casos, según el Observatorio del Cáncer AECC.
La mamografía para detectar el cáncer de mama es realmente importante para un diagnóstico precoz, que mejora en gran medida el pronóstico de la enfermedad.
Preparación para la mamografía
Normalmente no es necesaria ninguna preparación especial para realizarse una mamografía, pero puede ser aconsejable llevar una blusa abotonada, que pueda abrirse, en lugar de vestido o camiseta, ya que es necesario desnudarse de cintura para arriba. También es recomendable no aplicar cremas en la mama antes de realizarse la prueba, ya que algunas de ellas pueden producir artefactos en la imagen que se adquiere.
¿Qué se siente durante el examen?
Durante el examen la paciente puede notar presión en el pecho, ya que la máquina necesita aplanar la mama para hacer el escáner. Ahora bien, en la mayoría de casos no es un proceso doloroso.
Algunas pacientes pueden sentir ansiedad, sobre todo si en la mamografía se encuentra algo anormal, lo que puede conducir a pruebas adicionales. Pero no hay que asustarse antes de tiempo. La mamografía es una prueba fiable, pero siempre hay un margen de error y pueden encontrarse signos de cáncer de mama que sean incorrectos, conocidos como falsos positivos. Puede ocurrir también al contrario, que se omitan signos, dando un falso negativo.
A pesar de ello, la mamografía es una prueba básica para la detección temprana del cáncer, y debería ser esencial en mujeres a partir de cierta edad y en aquellas con antecedentes familiares de cáncer de mama.
Significado de resultados anormales
Tras la mamografía la paciente debería recibir los resultados en las dos semanas siguientes, más o menos. Alrededor de una de cada 25 mujeres son llamadas de nuevo para llevar a cabo más pruebas, que pueden resultar en cáncer de mama o no. Si finalmente se diagnostica el cáncer es un momento muy duro para la paciente, pero como se ha mencionado anteriormente, la mamografía permite detectarlo en un estadio muy precoz, por lo que tiene tratamiento y la tasa de supervivencia es muy alta.