Esguince de tobillo

¿Qué es un esguince de tobillo?

El esguince de tobillo es una lesión de los ligamentos del tobillo por torcedura, distensión, estiramiento o torsión. Hay tres tipos de esguince de tobillo según su gravedad:

El esguince de primer grado: es el de menor importancia, ya que los ligamentos del tobillo no están rotos, la zona está ligeramente hinchada, dolorida y pueden aparecer derrames. En este caso es posible volver a la actividad física en poco tiempo con un vendaje funcional. En el esguince de segundo grado: hay rotura parcial o total de ligamentos, el dolor y la hinchazón son mayores y se pueden realizar menos movimientos con el pie. En el esguince de tercer grado: hay rotura total de ligamentos, el dolor es intenso, la movilidad del pie es muy reducida y la lesión se acompaña de un derrame mucho mayor. Por ello, en ocasiones se requiere la cirugía.
  Por norma general la mayoría de los esguinces
de tobillo son lesiones de poca importancia
 


Pronóstico de la enfermedad

Por norma general la mayoría de los esguinces de tobillo son lesiones de poca importancia, aunque existen casos que pueden ser más graves.
 

Síntomas de un esguince de tobillo

Los signos y síntomas más relevantes de esta lesión son:

Dolor moderado. Debilidad. Inflamación. Hematoma. Rigidez articular. Dificultad para caminar.
 

Pruebas médicas para un esguince de tobillo

El diagnóstico es fundamentalmente clínico y se basa en la revisión del historial del paciente y en la exploración mediante maniobras «dinámicas» como la prueba del cajón anterior, de la inversión forzada, de la rotación externa forzada y de la presión. Hacer una radiografía puede ser de gran ayuda a la hora de descartar la existencia de lesiones óseas asociadas o roturas completas de ligamentosas.
 

¿Cuáles son las causas de sufrir un esguince de tobillo?

El esguince puede producirse por un golpe directo sobre el tobillo o como consecuencia de una caída, un mal apoyo o un mal movimiento.
 

¿Se puede prevenir?

Los esguinces de tobillo son imposibles de prevenir, pero podemos adoptar una serie de precauciones para disminuir las probabilidades de sufrirlo:

Hacer siempre ejercicios de calentamiento y técnicas de estiramiento recomendadas para los tobillos antes de hacer deporte o cualquier otra actividad física. Ir con cuidado cuando se camine o corra por un terreno irregular o con hoyos. Evitar el cansancio y la fatiga, ya que aumentan las probabilidades de las lesiones. Utilizar vendajes compresivos, tobilleras o calzado de caña alta puede ayudar si hay una propensión a sufrir esguinces de tobillo. Tener calzado de calidad, de la talla adecuada y llevarlo bien atado. En las mujeres una de las principales causas de los esguinces de tobillo es llevar zapatos de tacón.
 

Tratamientos para un esguince de tobillo

Generalmente no es necesaria la cirugía en el tratamiento para la lesión de tobillo, ya que la mayoría de los esguinces de tobillo son lesiones de poca importancia y se curan con un tratamiento mínimo. Aunque hay otros casos que pueden ser más graves.

Normalmente el tratamiento a seguir para un esguince de tobillo consiste en:

Reposar el tobillo (al menos los 2 primeros días). Enfriar la zona afectada durante 20 minutos cada dos o tres horas. Comprimir con una tobillera y elevar la pierna en una posición en la que los dedos se encuentren por encima de la altura de la nariz. La fisioterapia puede ser también un soporte importante para la recuperación.
 

Medicamentos para un esguince de tobillo

Tomar medicamentos antiinflamatorios alivia el dolor y reducen la hinchazón del tobillo.
 

¿Qué especialista lo trata?

El especialista adecuado para tratar un esguince de tobillo sería un especialista en Ortopedia y Traumatología.

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