La toxina botulínica (bótox) tiene numerosas aplicaciones en medicina estética, así como para otra clase de patologías, como por ejemplo en enfermedades con parálisis espásticas. En la actualidad también se emplea en el campo de la Proctología, concretamente para tratar las fisuras anales.
¿Qué es el bótox en fisura anal?
El tratamiento, indicado para todo tipo de pacientes, tiene una gran eficacia, a la vez que es mucho menos traumático que la cirugía.
¿Por qué se realiza?
La aplicación de toxina botulínica consigue erradicar los síntomas de la fisura anal, así como la cicatrización del desgarro del tejido.
El tratamiento está especialmente indicado en pacientes que tengan una alteración previa del esfínter anal, como pueden ser las cirugías previas o las enfermedades degenerativas, puesto que es muy poco agresivo para el paciente.
¿En qué consiste?
El tratamiento consiste en la inyección de bótox en el esfínter anal interno, lo cual causa una relajación del esfínter sin requerir hacer un corte, tal como se produce en las operaciones, facilitando la cicatrización del desgarro.
Normalmente los pacientes requieren más de una aplicación de bótox para mejorar la sintomatología. Los pacientes pueden tener algunos efectos secundarios, aunque son poco frecuentes: incontinencia de gases o heces temporal.
El paciente notará una rápida mejora durante las primeras 48 horas, que es el tiempo necesario para que la mediación actué sobre el espasmo esfinteriano.
Preparación para el bótox en fisura anal
La preparación es relativamente sencilla, puesto que es una técnica reversible y que puede realizarse en consulta. El tratamiento no requiere ningún tipo de anestesia y, generalmente, no causa efectos secundarios, pudiendo el paciente realizar vida normal el día siguiente.
Cuidados tras la intervención
No se requiere ningún cuidado especial, solo seguir algunos consejos generales:
Mantener el área anal seca
Limpiarse con materiales suaves
Evitar la irritación del recto
Evitar el estreñimiento o diarrea
Alternativas a este tratamiento
Se calcula que bótox consigue evitar más del 50% de cirugías de fisuras anales (esfinterotomía). En los casos en el que la toxina botulínica no cause el efecto deseado o persistan los síntomas, se opta por la intervención quirúrgica.
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