Terapia de pareja: ¿terapia de amor o desamor?

La terapia de pareja es el tratamiento que el profesional de la psicología dirige a ambos miembros de una relación sentimental. La finalidad es mejorar la comunicación y aprender a resolver los conflictos de una manera más saludable y eficiente, brindando herramientas y recursos a cada uno de los miembros.

Este servicio es un fenómeno reciente que data de la primera mitad del siglo XX y no se profesionaliza hasta finales del mismo siglo. La terapia de pareja se empieza a desarrollar en las sociedades modernas para prestar apoyo y asesoramiento a sus integrantes de forma conjunta y no individual, como se venía haciendo hasta el momento.

¿Por qué se realiza?

Son múltiples los enfoques desde los que se puede abordar la terapia, tales como el cognitivo-conductual, el sistémico, el enfoque psicoanalítico, etc. No obstante, desde cualquiera de ellos la pretensión es siempre la misma, ofrecer un puente de unión entre los miembros de la pareja para mejorar el clima y la comunicación.

Es importante acudir a un especialista en Psicología cuando se detecta malestar continuado en la relación, pues evitará que se alargue en el tiempo y que el desgaste acabe afectando de forma irreversible a la pareja. Esto no significa que las parejas no vayan a enfrentarse a problemas, no puedan tener desacuerdos o no deban discutir. Al contrario, una relación sentimental, como cualquier tipo de relación, es un ente vivo que experimenta cambios y en la que cada una de las partes evoluciona, a veces de manera diferente. Por ello, el desacuerdo o el conflicto no conlleva necesariamente problemas en la pareja. La clave está en el tipo de conflictos, la frecuencia e intensidad de estos y en la manera de resolverlos.

Cuando existen problemas en nuestra pareja, a menudo pensamos que ponernos en manos de un profesional va a hacer que las cosas se solucionen y volvamos a estar como antes de presentar esas dificultades. Puede que así sea, pero también que nos demos cuenta de que ha llegado un punto en el que cada parte tiene deseos y necesidades propias y no siempre se pueden acercar posiciones. La terapia puede servir para reconducir la relación o para que, de una forma consciente y adulta, los integrantes puedan tomar caminos por separado de la manera menos dolorosa posible.

¿Cómo se realiza la terapia?

El trabajo en este tipo de terapia puede ser muy bonito, pero también resultar complejo, ya que exige un ejercicio de generosidad importante para con la otra parte en el que cada uno aprenderá a ponerse en los zapatos del otro. A veces no es sencillo entender por qué las cosas han cambiado o que el otro tenga necesidades distintas a las nuestras.

La labor del profesional será la de redefinir cuál o cuáles son los problemas que tienen, ya que es habitual que vengan a consulta porque surgen discusiones continuamente, pero se desconoce qué problemas subyacen a esas discusiones. Tras definir el o los problemas hay que fijar una serie de objetivos, brindando el espacio a cada miembro para poder expresarse en un entorno de respeto y confianza. A partir de ahí, se realizarán sesiones conjuntas e individuales para entrenar la comunicación, la negociación y la resolución de conflictos.

Por todo esto, la terapia de pareja va a servir para conocernos mejor individualmente, pero además para ser más funcionales en esta o en las relaciones que tengamos en el futuro.