¿Se me caerá el pelo que me injerte?
¿Cuántas personas en cifras sufren de calvicie?
En España son muchas las personas que sufren de alopecia. La calvicie afecta, sobre todo a los hombres, pero no es exclusiva de éstos: el tanto por ciento de mujeres que la padece, sobre todo a partir de cierta edad, es muy elevado. Y, además, hay que señalar que es un porcentaje que va en aumento, dado el ritmo de vida actual y el estrés que, cada vez en mayor medida, soportamos.
En general, podemos afirmar que, de media, alrededor del 40 % de los hombres padece alopecia en nuestro país. Y decimos que ésta es, aproximadamente, la media porque el porcentaje va a variar sustancialmente en función de la edad. Así, entre los 20 y los 30 años, uno de cada cuatro hombres sufre de calvicie, mientras que entre los 50 y los 60 años ya son más de la mitad de la población masculina. Y dicha proporción va a seguir aumentando conforme vayamos avanzando en la edad.
En cuanto a las causas, podemos decir que en el 98 % de los casos de hombres con alopecia, es un origen genético el que provoca esta caída del cabello: es una alopecia androgenética. El resto, puede deberse a unas causas muy variadas: estrés, mala alimentación, enfermedad, etc.
¿En qué consiste la cirugía del trasplante capilar?
El injerto capilar con técnica FUE, que es el más utilizado en la actualidad, consiste, en primer lugar, en la extracción de los folículos capilares necesarios para, en un segundo momento, implantarlos en la zona receptora.
Tras la aplicación de una anestesia local, la extracción de los folículos se realiza, de uno en uno, con el “punch” un instrumento quirúrgico de, aproximadamente 0,8 milímetros, y que ayuda a sacar los folículos sin dejar cicatrices visibles. Estos cabellos se extraen de la parte posterior de la cabeza, la nuca, y de los laterales.
Una vez que se han obtenido todas las unidades foliculares que se necesitaban, el cirujano capilar realiza unas pequeñas incisiones en la zona receptora. De la situación y de la inclinación de estas incisiones va a depender en buena parte el éxito de la operación y que ésta tenga un resultado totalmente natural. El especialista irá seleccionando los folículos capilares y colocándolos, uno a uno, en las incisiones.
El proceso dura entre seis y ocho horas aproximadamente y se trata de una cirugía ambulatoria, tras la cual, el paciente puede irse a su casa sin ningún problema e iniciar el posoperatorio.
¿El pelo injertado se cae después del trasplante?
Ésta es una de las preguntas más frecuentes que recibimos en Clínica Esbeltia de las personas que desean someterse a un injerto capilar. La respuesta a dicha cuestión es que no, en ningún caso el cabello injertado se verá afectado por la alopecia. Es más, la principal ventaja del trasplante capilar es que se trata de un tratamiento definitivo contra la caída del cabello.
En líneas generales, la intervención de implante capilar consiste en extraer el pelo junto con su folículo piloso y con el tejido circundante, de forma que cada uno de los cabellos se cogen con la piel que los rodea, lo que permite la supervivencia de los mismos y el éxito del trasplante. Por ello, después de un injerto pelo trasplantado en ningún momento volverá a sufrir alopecia puesto que, en su nueva ubicación, el cabello retendrá la información genética de origen. Continuará creciendo con las mismas características que en su anterior posición y con un aspecto natural.
Por todo lo expuesto anteriormente, cabe subrayar que el nuevo cabello tendrá la misma vida útil que el de la zona de la que ha sido extraído, por lo que, salvo que surja alguna complicación, ese pelo no se cae.
¿Cuántas unidades foliculares trasplantadas sobreviven después del injerto?
Si el tratamiento se practica de manera adecuada, por cirujanos especialistas y con experiencia, casi el cien por cien de las unidades foliculares que se trasplantan sobreviven tras la cirugía capilar. Se debe insistir en que el pelo que se cae después de la intervención, lo hace como resultado del trauma posquirúrgico, pero que ésta es una caída temporal, ya que el pelo injertado volverá a crecer tras haberse caído.
No obstante, también hay que señalar que el paciente debe seguir las instrucciones y recomendaciones que el cirujano capilar le indique, ya que el éxito y la supervivencia de los injertos también depende en muy buena medida de lo que el paciente haga.
Por poner un ejemplo, podemos decir que, entre los cuidados que el cirujano capilar señala para los primeros días tras la intervención, se encuentra el no lavarse la cabeza y el no rascarse ni tocarse la zona receptora. Si el paciente no cumple con estas normas, la supervivencia de muchos de los folículos implantados se verá comprometida.
¿Cómo puede afectar la alopecia al pelo injertado?
El paciente debe diferenciar entre la caída del cabello ocasionada por una alopecia (o por otras causas como el estrés o la mala alimentación) y el efluvio de pelo que se produce después de un trasplante capilar, y saber que lo segundo no es consecuencia de lo primero. Una vez se supera una etapa prudencial de reposo, el pelo implantado se comportará siguiendo el ciclo folicular natural, en el que cada cabello se restaura y crece nuevamente.
Sin embargo, hay que dejar claro que, a pesar de que el pelo injertado no se vea afectado por la alopecia, sí que responderá al proceso natural de envejecimiento. De este modo, el trasplante no exime al cabello de verse afectado por el paso de la edad, de manera que al igual que el pelo que no ha sido injertado, este se irá perdiendo progresivamente conforme la persona vaya sumando años. Esto es consecuencia del inevitable paso del tiempo.
No obstante, la ventaja es que esta caída no llegará a ser tan abundante como la anterior a la intervención, es decir, el paciente no se quedará calvo de nuevo, sino que perderá un pequeño porcentaje del pelo implantado, pasando a tener menor volumen. En ocasiones, la caída ni siquiera será perceptible al ojo humano.
¿Por qué el pelo injertado no se cae si el resto sí?
La explicación de por qué la alopecia no afectará al pelo injertado tiene una base científica: los cabellos trasplantados proceden de áreas de la cabeza en las que los folículos no están genéticamente preparados para que se caigan, sino que están programados para permanecer durante toda la vida.
Es decir, en las zonas occipital (nuca) y la lateral de la cabeza, el pelo de una persona es permanente, lo que quiere decir que no se ve afectado por la acción de la hormona DHT (Dihidrotestosterona), la causante de la pérdida del mismo. Esta es la razón por la cual los individuos que sufren alopecia, tienen menos pelo en la parte superior de la cabeza y en las entradas. Y también es lo que sustenta la afirmación que, en circunstancias normales, el pelo injertado no se caerá cuando esté situado en la zona receptora.