¿Qué son los tics en los niños?

Escrito por:

Dr. José Ángel Alda Díez

Psiquiatra Infantil

Publicado el: 05/08/2019
Editado por: David Moore Trias


¿Qué son los tics?

Los tics son movimientos motores o vocalizaciones involuntarias, rápidos, súbitos, recurrentes, estereotipados y no rítmicos. Podemos diferenciar entre tics complejos y simples.

Tics complejos: implican a diversos grupos de músculos,  pueden incluir muecas faciales combinadas con torcedura de la cabeza y encogimiento de hombros o palabras y frases, con una duración aproximada de dos segundos. Tics simples: involucran a pocos músculos o sonidos simples, con una duración de pocas décimas de segundo.

 

En niños y adolescentes, los trastornos por tics son conductas relativamente frecuentes que a medida que avanza el tiempo cambian tanto en intensidad como en frecuencia.

 

Para diagnosticar los tics, los especialistas se basan esencialmente en los antecedentes familiares, el historial clínico y en la exploración física.

 

¿Qué frecuencia tienen los tics?

Tanto la frecuencia como el malestar que puedan generar suelen depender según variables situacionales y temporales.

 

Normalmente, los tics disminuyen cuando la persona duerme, se encuentra ante la presencia de extraños o realiza actividades absorbentes no ansiógenas.

 

Por otro lado, acostumbran a incrementarse en momentos de estrés o ansiedad excesiva, enfado, fatiga, con personas muy cercanas o en soledad.

 

Los tics pueden causar problemas en el desarrollo social y académico del niño.

 

¿Cómo evolucionan los tics?

Aunque la evolución es impredecible, normalmente el periodo más grave es durante la primera fase de la adolescencia. Durante los primeros años de edad adulta, la mayoría de pacientes reducen la presencia de tics o incluso desaparecen.

 

La prevalencia de dichos tics se calcula en entre un 4 y un 24 por ciento, variando según distintos estudios y zonas, pero siendo más habitual en varones.

 

¿Cuáles son las causas de los tics?

Podemos distinguir cuatro factores a tener en cuenta:

Perinatales: prematuridad, estrés en el embarazo, bajo peso al nacer, parto con fórceps, consumo de tabaco y alcohol durante el embarazo. Autoinmunes postinfecciosos: tras infección amigdalar por streptretococo. Neuroanatómicos: anomalías en los ganglios basales y en el sistema corticoestriado talámico-cortical. Psíquicos: exacerbación en situaciones de insomnio o estrés.

 

¿Cómo afectan los tics a un niño?

Los tics suelen causar un elevado grado de interferencia en la vida cotidiana de un niño. Este puede verse estigmatizado, burlado o rechazado por su compañeros, además de presionado para no realizar tics por familiares o profesores.

 

Debido a la imposibilidad de controlar los tics, sumados a los demás aspectos, pueden causar grandes dificultades en el desarrollo social, académico y emocional del niño. Por estos motivos, es vital intervenir con rapidez en el momento que se detectan estos tics, que suelen cronificarse.

 

Hay distintos tipos de intervención: la psicológica, psicoeducativa y farmacológica.

 

¿Cuáles son los síntomas a los que debemos prestar atención?

Hay distintas señales que podemos identificar en niños o adolescentes, entre las que encontramos:

Arrugar la nariz Levantar los hombros Parpadeos repetitivos Aclarar la garganta Dar pasos hacia atrás Gesticular con los manos Olisquear Girar sobre sí mismo al caminar Arrancarse el cabello Soplar Repetir el último sonido, frase o palabra oída (ecolalia) Morderse las uñas Expresar una palabra o frase obscena de forma súbita (coprolalia) Silbar Repetir los propios sonidos o palabras (palilalia)

 

Para más información sobre tics contacte con un especialista en Psiquiatría Infantil.

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