Preguntas y respuestas sobre la hernia discal

Escrito por:

Dr. Pablo Somoza Digón

Neurocirujano

Publicado el: 13/11/2020
Editado por: Cristina Mateo


El tratamiento inicial de una hernia discal debe ser conservador, pues la mejoría clínica se objetiva en gran parte de los pacientes. En caso de ausencia de respuesta al tratamiento médico-conservador, persistencia de dolor o progresión de la sintomatología con instauración de un déficit motor / sensitivo, la opción quirúrgica debe ser considerada.

 

La elección de un determinado tipo de abordaje quirúrgico para el tratamiento de una hernia discal lumbar depende de una variabilidad de factores, entre los cuales influyen:

El tipo de hernia. La localización. Si es una hernia pura o hay fenómenos degenerativos asociados. La edad del paciente y su condición física. Necesidad de estabilización adicional.

 

Por regla general, una microdiscectomía lumbar es el método de elección, pues es un abordaje sencillo, rápido y poco invasivo.

 

La cirugía solo debe ser considerada cuando el tratamiento conservador falla.

 

¿Qué ventajas tiene el uso de técnicas mínimamente invasivas?

 

La evolución del instrumental quirúrgico, la mejoría de ópticas y la posibilidad de magnificación del campo visual con introducción de luz en campos quirúrgicos cada vez más pequeños, con incisiones de 1,5 cm o inferiores, así como la mejora de la capacidad técnica del médico y la adquisición del conocimiento tridimensional de la anatomía vertebral, permiten abordar las hernias con incisiones cada vez menores y resultados cada vez más favorables.

 

Esto beneficia a la recuperación post-operatoria pues el grado de exposición, disección muscular implicada y sangrado intraoperatorio son mucho menores, disminuyendo a su vez la estancia hospitalaria y facilitando la reincorporación laboral en períodos de tiempo más cortos.

 

¿Cómo será el postoperatorio y los resultados?

 

El post-operatorio de la cirugía de una hernia discal es muy corto y los síntomas que provocaron la cirugía generalmente desaparecen tras la intervención. Habitualmente a las pocas horas tras la intervención quirúrgica un paciente puede caminar con apenas molestias derivadas del corte de la incisión quirúrgica. Los resultados son buenos en más del 90% de los pacientes y el paciente retoma su vida normal en plazo de 4 semanas. Debemos limitar cualquier actitud que suponga sobrecarga lumbar, especialmente en las primeras semanas post-cirugía.

 

No hay contraindicación para deambular de forma activa tras una intervención quirúrgica. Sí debemos evitar cualquier tracción o deporte que suponga incremento de presión sobre el disco recientemente intervenido así como posturas forzadas mantenidas. La higiene postural y correcta manipulación de cargas así como mantener un peso adecuado, evitar el tabaco y la adopción de un estilo de vida saludable son factores muy a tener en cuenta en el devenir posterior del cuadro.

Pide cita con un especialista