Otoplastia para corregir malformaciones o separaciones en las orejas

Escrito por:

Dr. José Francisco Salvador Sanz

Cirujano plástico

Publicado el: 15/07/2016
Editado por: Patricia Pujante Crespo


La otoplastia es una cirugía que permite corregir las malformaciones o separaciones del pabellón auricular. Se trata de una intervención sencilla con resultados muy satisfactorios, ya que permiten al niño/a perder el complejo y ganar en autoestima.

Otoplastia: qué es y en qué consiste

La otoplastia es la cirugía para corregir las orejas despegadas o en soplillo. Consiste en una sencilla intervención practicada bajo anestesia local y sedación, que intenta doblar el cartílago del pabellón auricular para que la oreja se vea pegada normalmente a la cabeza. Las cicatrices quedan detrás del pabellón y son imperceptibles.

 


Casos en que se recomienda practicar una otoplastia

La otoplastia se recomienda en casos en que el grado de separación del pabellón es manifiesto y el niño lo vive con angustia. En muchos casos llega a ser un complejo muy importante, provocando retraimiento y timidez excesiva. Los niños con dicho problema suelen ir tapándose las orejas con pelo largo o incluso inventan pequeños trucos ineficaces como pegamento para corregir el defecto.

Las malformaciones de las orejas son más amplias; abarcan desde casos de falta de pabellón auricular a casos de orejas con formas extrañas, tales como orejas de sátiro, criptotias, orejas en asa, etc. La malformación del pabellón auricular puede acompañarse de falta de audición dentro del contexto de algún síndrome, aunque lo normal es que el órgano auditivo no esté afecto en la casi totalidad de los casos de orejas en soplillo.

Cada caso requiere un estudio concienzudo, pero con las técnicas de cirugía plástica, estética y reparadora es posible reconstruir y solucionar cualquier caso, por difícil que parezca.

 

Resultados de la otoplastia

La satisfacción conseguida con los resultados conduce a una mejora de la autoestima del niño, cambiando sus hábitos, abriéndose más al resto de las personas y perdiendo ese complejo que había ido creando. Los niños se ven más felices y contentos. Es una auténtica cirugía en la esfera psicológica de la autoestima.

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