Otitis de la piscina… ¿Prohibido bañarse?

Escrito por:

Dr. José María Cubells Fuentes

Pediatra

Publicado el: 16/08/2019
Editado por: Yoel Domínguez Boan


El oído externo está formada por el pabellón auricular y el conducto auditivo externo (CAE). El CAE va desde la piel del orificio de entrada al CAE —dentro del pabellón— hasta la membrana timpánica. En el conducto auditivo externo viven una serie de gérmenes inofensivos.

 

No obstante, es en épocas de calor y humedad cuando el conducto auditivo externo puede lesionarse, y son estas condiciones las que facilitan que los gérmenes encuentren un medio más favorable para reproducirse y multiplicarse, originando una infección en el CAE, una otitis externa. Aunque menos frecuente, la otitis externa puede ser por causas alérgicas o por enfermedades de la piel.

 

 

Otitis externa: otitis de las piscinas u otitis del nadador

La otitis externa se caracteriza por el picor, por la pérdida de audición y sobre todo, por ser muy dolorosa, tanto que un leve roce puede originar un dolor intenso. Se trata de un dolor que empeora al hablar y al tragar comida. En el caso de que se trate de una infección muy importante hasta la piel del pabellón auricular puede enrojecerse. Es habitual que pueda aparecer una secreción espesa en pabellón.

 

Pese a que en algunas ocasiones puede ser un cuadro aparatoso en cuanto al dolor y a la secreción, se trata de una infección de tipo leve, no contagiosa y que no origina fiebre.

 

De hecho, lo más frecuente es que afecte únicamente a una oreja y en edades que superen los cinco años, especialmente porque a estas edades los niños ya disfrutan más los baños, pasan más tiempo en el agua y empiezan a bucear.

 

Debe quedar claro que, pese a la intensidad del dolor, una otitis externa no tiene nada que ver con la otitis media que afecta a las estructuras que están por detrás del tímpano y suelen dar un cuadro más intenso y, a veces, con fiebre.

 

 

¿Qué se debe hacer si el niño se queja de dolor de oído?

En primer lugar, se debe intentar calmar el dolor con un analgésico. Después, como siempre, consulta con el Pediatra, que si confirma que se trata de una otitis externa, le recetará unas gotas para aplicar en el oído, y únicamente en casos excepcionales se necesitará antibiótico oral.

 

Los signos principales de la otitis son el picor, la pérdida de capacidad auditiva y un intenso dolor
 

 

¿Cuándo se puede volver a bañar tras una otitis? ¿Qué precauciones se deben tomar?

Mientras el niño esté en tratamiento con gotas se podrá bañar, pero se recomienda evitar el buceo
  Tenga o no una otitis externa, se recomienda secarse tras el baño
  En casa, tras las duchas, se puede aplicar aire con el secador del pelo, aunque con mucha precaución
  Enseñar a los niños a extraerse el agua de los oídos cuando salgan del agua
  Evitar SIEMPRE el uso de bastoncillos de algodón para evitar lesiones en el CAE y para no romper la barrera protectora natural que representa el cerumen
  Evitar que el niño se bañe en aguas poco saludables

 

 

Otitis y tapones en las orejas

En general, los tapones para las orejas no son bien tolerados por parte de los niños, y suele ser un motivo de discusión, ya que estos no quieren ponérselo. Una referencia importante dentro del agua es el sonido del entorno, y a los niños les intranquiliza no oír bien en el agua. Además, debe destacarse de que no se trata de un método efectivo al 100% para impedir la entrada de agua en el CAE.

 

En el caso de que el niño se encuentre en tratamiento, no podrá sumergirse y cuando finalice el baño debe secarse bien la oreja.

 

Si tu hijo o hija sufre con frecuencia otitis externas, consulta con tu Pediatra de confianza, ya que existen tratamientos preventivos.

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