El papel de la artroscopia en artrosis de rodilla

Escrito por:

Dr. Manuel Díaz Samada

Traumatólogo

Publicado el: 09/11/2016
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La artrosis en la rodilla es la degradación o deterioro del cartílago articular, responsable de dolor principalmente al andar y de un pinzamiento radiológico en carga.

Operación de rodilla mediante artroscopia

El arsenal terapéutico de que dispone el traumatólogo una vez que no ayuda el tratamiento médico (antiinflamatorios, analgésicos, condroprotectores, etc.), fisioterápico o infiltraciones en la articulación (corticoides, ácido hialurónico o plasma rico en plaquetas) es el tratamiento quirúrgico, del que destaca las cirugía artroscópica. Dentro del apartado artroscópico, las técnicas principales son:

Meniscectomía: consiste en extirpar un pequeño fragmento roto o, si es posible, suturarlo. Condrectomía: consiste en retirar fragmentos de cartílago inestables y dejar a plano su superficie. Osteofitectomía: trata de retirar los “picos de loro“. Extracción de cuerpos libres Mosaicoplastia: pretende rellenar los defectos del cartílago con hueso propio, de donante o con otras sustancias estimuladoras de formación de cartílago. Sinovectomía: consiste en retirar tejido sinovial patológico, provocador de inflamación y dolor. Perforaciones: trata de realizar varios micro-orificios sobre el cartílago dañado a fin de estimular el aporte sanguíneo a esa zona. Abrasión: pretende poner a plano zonas dañadas del cartílago articular. Microfracturas: pretende provocar pequeñas fracturas en el cartílago buscando un efecto similar al de las perforaciones. Sección alerón externo: sujeción externa de la rótula y que en algunos casos provoca el desplazamiento de la misma y hace que roce de forma dolorosa.

 

Diagnóstico y tratamiento de la artrosis de rodilla

Está claro que no hay una uniformidad de criterio para el diagnóstico y tratamiento de cada paciente con artrosis de rodilla, por lo que sería necesario crear un grupo de estudio que pudiera sentar unas bases y propuestas para el futuro del tratamiento de esta patología tan frecuente.

Por el momento, hay dos temas importantes en los que sí se ha llegado un acuerdo en relación a su práctica:

Meniscectomía en rodilla degenerativa: debe ser parcial, paliativa, de limpieza, y sólo de una lengüeta inestable, siendo su mejor pronóstico la lesión meniscal traumática (aguda). Artroscopia previa a una osteotomía: se sabe que la osteotomía tibial tiene buenos resultados sin artroscopia asociada, que la artroscopia alarga algo el tiempo quirúrgico y que puede tener el riesgo de contraindicar una osteotomía en provecho de una prótesis.

Aun así, la artroscopia tiene también un papel muy importante en el diagnóstico de la artrosis de rodilla, ya que, según una investigación, el 40% de pacientes con condropatías III y IV tenían radiografías normales.

Así pues, en pacientes por debajo de 65-70 años con dolor en la rodilla de varios meses de evolución y en los que las pruebas radiológicas no muestran un daño acorde con los síntomas presentes, la artroscopia puede ser una importante ayuda diagnóstica (en ciertos casos también terapéutica), siendo también de gran ayuda para valorar el pronóstico a esperar dentro de la evolución del proceso artrósico.

Por tanto, en todas estas lesiones que genera la artrosis de la rodilla, la cirugía artroscópica tiene un papel muy importante. No sólo sirve para tener un conocimiento importante de cuál es la situación real del interior de esa articulación y ver qué lesiones se han desarrollado, sino que a la vez sirve para reparar de inmediato algunas de estas lesiones y sobre todo hacer un pronóstico de futuro y planificación para su tratamiento en un futuro más o menos lejano.

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