¿Cuándo se considera la FIV?
La fecundación in vitro (FIV) es una técnica de reproducción asistida utilizada para ayudar a las parejas que enfrentan dificultades para concebir de manera natural. Es un procedimiento en el que los óvulos de la mujer se extraen de sus ovarios y se fecundan con los espermatozoides de su pareja o de un donante en el laboratorio.
Una vez que se produce la fecundación, los embriones se dejan en un incubador en el laboratorio para evaluar su evolución. Cuando los embriones han llegado a desarrollarse hasta el día 3 o 5 de evolución, se elige el mejor embrión para transferirlo dentro del útero de la mujer y el resto de embriones de buena calidad se congelan, para poderlos utilizar en el futuro si fuera necesario. En algunos casos se congelan todos los embriones.
¿Cuáles son las etapas de la FIV?
El proceso de FIV se divide en varias etapas:
- Estimulación ovárica: la mujer recibe medicamentos para estimular el crecimiento de múltiples folículos en sus ovarios. Durante la estimulación se realizan varios controles ecográficos para monitorizar la respuesta ovárica a la estimulación y evaluar si es necesario hacer ajustes de la medicación.
- Punción ovárica: es el procedimiento mediante el cual se recuperan los ovocitos de los ovarios. Se realiza de forma ambulatoria, bajo sedación y el mismo día unas horas después de la punción la paciente puede volver a casa. Ese mismo día, la pareja masculina dejará una muestra de semen para inseminar los óvulos que sean maduros. En algunos casos se utiliza semen previamente congelado o semen de donante.
- Fecundación: en el laboratorio, los ovocitos maduros extraídos se colocan en una placa de cultivo con el semen (FIV convencional) o bien se inyecta un espermatozoide dentro de cada óvulo maduro (ICSI) para maximizar las probabilidades de fecundación.
- Cultivo embrionario: después de la fecundación, los embriones se incuban en el laboratorio durante unos días para permitir su desarrollo. Normalmente los embriones se transfieren en día 5 de desarrollo, aunque en algunos casos se hace en día 3.
- Transferencia embrionaria: se selecciona el embrión de mejor calidad y se transfiere al útero de la mujer mediante el uso de un catéter que se inserta a través del cuello uterino. Este proceso es similar a un examen ginecológico, normalmente no es doloroso ni suele requerir sedación . En algunos casos se transfiere más de un embrión, aunque la recomendación general es transferir solo uno para evitar los riesgos asociados a un embarazo múltiple.
- Congelación de embriones: los embriones sobrantes obtenidos en el ciclo que no se han transferido, se criopreservan para poder utilizarlos en el futuro si fuera necesario.
- Prueba de embarazo: unos 10-14 días después de realizar la transferencia embrionaria (según el estado de desarrollo del embrión en el momento de la transferencia) se puede hacer la prueba de embarazo. La prueba de embarazo se puede hacer en orina, aunque en la mayoría de los casos la hacemos en sangre. Esta prueba determina los niveles de b-hCG (la hormona del embarazo).
¿Cuánto tiempo dura el tratamiento FIV?
La estimulación ovárica suele durar unos 8-13 días, según la respuesta de los ovarios a la medicación.
La punción ovárica es una intervención quirúrgica ambulatoria y, en la mayoría de casos sencilla, que suele durar unos 20 minutos. Normalmente unas 2-3 horas después de la punción la paciente puede irse a casa.
La transferencia embrionaria suele realizarse 5 días después de la punción si se hace en fresco. En caso de congelar los embriones y hacer la transferencia embrionaria diferida, esta se realizaría en el ciclo menstrual que los pacientes deseen, y la preparación para ella se puede realizar de distintas formas.

¿En qué casos se recomienda una FIV?
La FIV suele ser la opción de tratamiento elegida cuando después de que otras opciones menos invasivas, como la inducción de la ovulación o la inseminación artificial, no hayan tenido éxito.
En algunos casos su indicación se hace desde un inicio, como, por ejemplo:
- Factor tubárico: si las trompas de Falopio están obstruidas, no se puede producir el paso del ovocito hacia el útero y entonces los óvulos y los espermatozoides no llegan a estar en contacto dentro del tracto genital femenino, dificultando la gestación natural.
- Endometriosis: es una enfermedad en la cual el tejido endometrial, que normalmente se encuentra solo dentro de la cavidad uterina, se encuentra también en otros lugares como los ovarios, etc., pudiendo afectar la fertilidad en el 30% de los casos. No todas las pacientes que tienen endometriosis padecen problemas de fertilidad ni todas van a necesitar realizar un tratamiento de reproducción asistida.
- Factor masculino: problemas con la cantidad, calidad o movilidad del esperma.
- Baja reserva ovárica: no siempre que hay una baja reserva ovárica se recomienda realizar una FIV. Sin embargo, en algunos casos, puede ser el tratamiento más adecuado.
- Edad materna avanzada: nacemos con todos los óvulos que tendremos a lo largo de toda la vida. A medida que nuestra edad avanza, la calidad y cantidad de los óvulos disminuye, habiendo un punto de inflexión a los 35 años. A partir de esta edad, aumenta la probabilidad de aborto y la de embarazo va disminuyendo progresivamente. En algunos casos puede ser necesario realizar una FIV para poder concebir.
¿Cuál es la probabilidad de éxito de una FIV?
Cuando hablamos de éxito de un tratamiento de reproducción asistida, normalmente nos referimos a la tasa de recién nacido vivo. Esto es muy importante, porque no es lo mismo medir la tasa de éxito en función de si la prueba de embarazo es positiva o si hablamos de tener un bebé en casa.
Los dos factores que más influyen en la probabilidad de éxito de un tratamiento son: la edad materna y la reserva ovárica.
La Sociedad Española de Fertilidad (SEF) recoge los resultados de los ciclos de FIV-ICSI que se realizan en España. En el año 2021, las tasas de parto por transferencia embrionaria fueron las siguientes:
- En mujeres de < 35 años: 34,6%
- En mujeres de 35-39 años: 25,2%
- En mujeres de > 40 años: 12,8%
Consejos antes de realizar una FIV
La FIV puede ser emocional y físicamente demandante para las parejas. Es fundamental contar con un equipo médico especializado y multidisciplinar que brinde apoyo emocional y consejo médico durante todo el proceso.
Antes de realizar un tratamiento, es recomendable:
- Informarse sobre el proceso de FIV y sus implicaciones, ya que puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar la experiencia del tratamiento.
- Contar con el apoyo emocional de seres queridos o unirse a grupos de apoyo puede proporcionar un valioso sustento emocional.
- Mantener un estilo de vida saludable, con una dieta equilibrada y ejercicio regular, puede mejorar las probabilidades de éxito. Busca ayuda profesional si es necesario.
- Mantener una comunicación abierta con la pareja y con el equipo médico es fundamental para afrontar juntos el proceso en las mejores condiciones.
Si desea más información al respecto, consulte con un especialista en reproducción asistida.