¿Cuándo es necesaria la cirugía de vesícula biliar?

Escrito por:

Dra. Concepció Gómez-Gavara

Cirujana general

Publicado el: 27/06/2022
Editado por: Sofía Berrón


La vesícula biliar es un órgano que se encuentra debajo del hígado y almacena la bilis, que es un líquido que digiere las grasas. Durante la digestión de los alimentos, la vesícula biliar libera este líquido mediante un conducto llamado conducto biliar común. Este canal conecta al hígado con el intestino delgado.

Generalmente, cuando ocurre un problema con la vesícula biliar lo que sucede es que existe una obstrucción del flujo biliar. En algunas ocasiones puede ser difícil para el paciente detectar que existe una patología, ya que los síntomas, generalmente, se manifiestan como problemas digestivos.

Los indicios más comunes suelen ser las digestiones pesadas con molestias a nivel subcostal en el lado derecho. Además, pueden aparecer durante las comidas, después de las comidas o, incluso, cuando pasamos muchas horas en ayuno, ya que ambas situaciones estimulan la secreción de la vesícula biliar.

No hay personas específicas más propensas a sufrir este tipo de patologías, pero la anatomía de cada persona, el tipo de alimentación y determinadas enfermedades pueden influir en la generación de una bilis más densa y, por lo tanto, en la producción de piedras en la vesícula.

La cirugía de la vesícula biliar se realiza mediante técnicas mínimamente invasivas

¿Cuándo es necesaria la cirugía?

Este tipo de intervención se indica cuando existen piedras en la vesícula que generan síntomas de dolor abdominal. También se puede recomendar en los casos de pacientes con pólipos vesiculares en crecimiento o que tienen un tamaño igual o superior a los 10 mm, ya que presentan un potencial de malignización.

Otra de las afecciones por las cuales se puede indicar la necesidad de llegar a la cirugía es el cáncer de vesícula en un periodo inicial.

 

¿En qué consiste la cirugía de la vesícula biliar?

La cirugía de la vesícula biliar se realiza mediante técnicas mínimamente invasivas y consiste en la extirpación completa de la vesícula biliar. Sin embargo, como se lleva a cabo con pequeñas incisiones, presenta resultados estéticos excelentes. Además, el especialista en Cirugía se sirve de cámaras muy pequeñas que permiten realizar incisiones de tamaño inferior a 1 cm.

En cuanto a los cuidados posteriores a la operación, presenta una vuelta a la normalidad relativamente rápida, ya que se trata de una técnica mínimamente invasiva. Además, el hígado suple la labor de la vesícula biliar, que no es un órgano esencial, por lo que no es necesaria ningún tipo de restricción alimentaria después de la cirugía.

En conclusión, después de la intervención quirúrgica, el paciente mejora su calidad de vida significativamente, ya que desaparecen los síntomas de dolor abdominal y las malas digestiones.

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