Creencias limitantes y potenciadoras: conoce tu cerebro

Escrito por: Francisco Javier Aparicio Felipe
Publicado:
Editado por: Alicia Arévalo

Las creencias limitantes condicionan por completo nuestra vida, pero rara vez somos consciente de que las tenemos.  ¿Te has preguntado alguna vez…? No valgo para nada / No soy lo suficientemente buen@ para… / No puedo…

Normal, porque antes de cualquier acción hay un pensamiento, y los pensamientos se sustentan sobre tus creencias, por lo que para cambiar determinadas acciones y comportamientos deberás revisar tus creencias.

Las creencias limitantes son esos pensamientos construidos a través de la experiencia, que hacen interpretar la realidad de una manera que limita tu desarrollo potencial, e impide que alcances aquello que deseas.

 

Desarrollo de creencias en la infancia

Las creencias fundamentales del ser humano se consolidan en el periodo de aprendizaje, por lo que las personas que tutelan a un niño/a durante los primeros años de su vida tienen una influencia muy importante en la forma de pensar que ese niño/a tendrá cuando sea adulto.

Por eso el entorno familiar, socio-cultural y la educación que recibiste en tu infancia condicionaron sin duda la forma de pensar que tienes hoy.

 

Creencias y autoestima

Quiero hacer especial hincapié en un tipo de creencias limitantes generalmente aprendidas durante la infancia, que a la larga se traducen en problemas de falta de confianza y autoestima. Basta que un adulto le reitere a un niño no puedes” o “no vales para nada” para que éste termine por creérselo.

En la mayoría de los casos de problemas de autoestima existe una creencia limitante que está asociada a un miedo, como pueden ser: miedo a hablar en público, miedo a ser rechazado y miedo a esforzarse para nada…

Recuerda que las creencias no responden a verdades o hechos demostrables a través del raciocinio, sino que son pensamientos asociados a ideas o sentimientos que tomas como ciertos, ya sea por fe, confianza, miedo… es decir, tu creencia no es la verdad, es una verdad que tú has construido.

Las creencias limitantes condicionan por completo nuestra vida.
 

Creencias adquiridas en la edad adulta

Pero las creencias no sólo se asientan en la infancia, ya que a lo largo de toda la vida vamos adoptando creencias, y más aún en nuestros años tan cambiantes.

Así pues, hay creencias que pueden ser adquiridas a lo largo de toda la vida. Por ejemplo: Estamos en crisis y no voy a conseguir trabajo, el dinero no da la felicidad, si dejo a mi novio/a no voy a encontrar a nadie que me quiera.

 

El poder de una creencia

Las creencias tienen un poder extraordinario, que es el condicionamiento. Es decir, las creencias dirigen tus pensamientos y por tanto tienen la capacidad intrínseca de condicionarte. Ese condicionamiento del que te hablo puede ser determinante en tu vida, tanto de forma positiva como negativa. Así, una creencia limitante puede bloquearte y no permitirte llevar a cabo acciones que son totalmente lógicas. Pero del mismo modo, una creencia potenciadora puede llevarte a alcanzar los retos más imposibles. Por lo tanto, cambiar tus creencias puede cambiar tu experiencia vital, tu vida de un modo muy determinante.

 

¿Cómo modificar las creencias limitantes?

 

FASE 1: Detección y observación de la creencia

Es complicado, pero se trata de eso, de pillar infraganti a tu cerebro para detectar qué creencias tienes.

  1. Observa tu forma de expresarte e intenta detectar frases que comiencen con: Creo que esta no es buena época para… Me temo que no voy a poder (miedo)… Confió en que así suceda (confianza)…Tengo fe en que todo se va a arreglar…
  2. Presta atención también a las generalizaciones del tiempo “todo me sale mal” o “estoy haciendo todo lo que puedo” ¿Es en esos casos realmente todo sin excepción?
  3. Observa las aseveraciones del tipo: Soy + adjetivo. P.e.: Soy tonto, soy inútil, etc. Fíjate que lo anterior no es otra cosa que una toma de conciencia de cómo piensas.

Atención a las creencias “trampa”: “Ayudar a los demás es de buenas personas”. Y basándote en esa creencia tratas de ayudar a todo el mundo pero descuidas tu vida personal. Sin duda es una creencia positiva, pero deja de serlo en cuanto limita tu vida.

Ejemplos de algunas Creencias Limitantes:

  • Si me equivoco, seré un fracasado/a.
  • La gente consigue cosas por suerte (no tiene que ver el esfuerzo)
  • No sirvo para nada, me merezco lo peor
  • Hay cosas que simplemente no pueden ser
  • Debo pensar en los demás primero, aunque esto me perjudique
  • Hay que criticar a las personas que cometen errores
  • Mostrar los sentimientos es de débiles
  • Tengo que ser duro/a en el trabajo para hacerme respetar
  • Los/as que han hecho tanto dinero o les ha llegado por familia, un golpe de suerte o robando
  • No se puede confiar en la gente, todo el mundo va a la suya, uno debe ser competitivo para triunfar

 

¿Cómo han llegado esos pensamientos hasta aquí? Como te decía anteriormente, una creencia no surge de la nada sino que tiene diferentes procedencias. Por lo tanto, lo segundo que has de hacer es cuestionarte ¿por qué crees eso? Si fuera posible, intenta detectar con exactitud cómo llegó a tu pensamiento.

 

FASE 2: Cambiar la creencia

La técnica de PNL o procesamiento neuro-lingüístico para cambiar una creencia limitante por una creencia potenciadora. Puedes utilizar esta técnica:

  1. Escoge una creencia negativa limitadora. ¿Es una creencia recibida de otras personas o tuya propia?
  2. ¿Cuál es la intención positiva de esa creencia? (todo comportamiento encierra una intención positiva)
  3. ¿Cuál es la creencia opuesta positiva que quieres incorporar?
  4. ¿Cómo puede mejorar mi vida aplicando la creencia positiva?
  5. ¿Cómo podría empeorar mi vida por esa nueva creencia?
  6. ¿Qué es lo mejor que te puede pasar si continúas con la vieja creencia?
  7. ¿Qué es lo mejor que te puede pasar con la creencia positiva?

 

FASE 3: Consolidación de la creencia

Personalmente recomiendo consolidar la creencia de dos formas:

  1. Repetición de afirmaciones sobre la nueva creencia. Es una buena fórmula de reprogramar el cerebro; “merezco lo mejor”, “soy muy útil”, “voy a ser feliz”.
  2. Entrenamiento de la creencia a través de los comportamientos, conductas y lenguaje que estén asociados a la misma.

Por Francisco Javier Aparicio Felipe
Psicología

El Dr. Aparicio Felipe es un reconocido psicólogo clínico sanitario y coach personal de Barcelona. Entre sus especialidades destaca el coaching enfocado al crecimiento personal, terapias de pareja, tratamiento de las adicciones, ansiedad y fobias.

A lo largo de su trayectoria como psicólogo ha seguido formándose en su especialidad a través de cursos, talleres, seminarios y congresos. También es coordinador del Grupo de Trabajo de Psicoterapia Ecléctica, Sección de Psicología Clínica, de la Salud y Psicoterapia y miembro del Grupo de Trabajo de Regulación Emocional, de la Sección de Psicología Coaching del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña.

En la actualidad, dirige y ejerce como psicólogo y coach en su propio centro Xavier Aparicio Felipe. Como psicólogo clínico Sanitario y coach personal concibe a la persona como alguien capaz de una conducta equilibrada de manera espontánea que le lleve hacia la plenitud, el desarrollo, la libertad, la independencia y la total realización. Trabaja desde una visión Humanista combinada con el eclecticismo más pragmático, intuitivo y creativo.

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