¿Controlamos nuestras respuestas emocionales?

Escrito por:

Carolina Álvarez Sicilia

Psicóloga

Publicado el: 17/01/2020
Editado por: Cristina Mateo


Las emociones no nos conducen a responder de una manera particular, solo hacen que una respuesta sea más probable que otras. Por ejemplo, ante situaciones de ansiedad somos más propensos a elegir la estrategia de represión. De hecho, la represión junto con la reevaluación cognitiva es una de las dos estrategias de regulación emocional más comunes.

 

A través de la represión se consigue reducir el nivel expresivo de la emoción y tanto puede ser una elección deliberada como automática. Estudios científicos han demostrado que las personas que utilizan esta técnica suelen experimentar más emociones negativas y menos positivas. Además, la represión de emociones está relacionado con problemas de memoria.

 

Contrariamente, la revaluación cognitiva parece no afectar a la experiencia de emociones positivas ni genera secuelas de carácter cognitivo. Consiste en un proceso de reconstrucción de la situación con la finalidad de disminuir el impacto emocional.

 

La regulación emocional pasa por controlar los niveles de estrés.

 

¿Por qué sentimos vacío, frustración o ansiedad?

 

El estrés es una respuesta automática y natural de nuestro sistema nervioso que nos permite sobrevivir en entornos arduos. El entorno en el que nos movemos nos sitúa permanentemente en este tipo de situaciones.

 

Durante un episodio de estrés el córtex activa los centros emocionales del cerebro y se envía el mensaje de alerta a todo el cuerpo. De este modo, el sistema nervioso simpático y la glándula suprarrenal se activan liberando adrenalina y cortisona. Como consecuencia de ello, la corteza prefrontal pierde momentáneamente el control sobre los centros emocionales.

 

Esta área se encarga de funciones como:

El control de nuestros instintos e impulsos La atención La expresión de la personalidad  La inhibición de conductas La toma de decisiones La recuperación de memorias

 

Es importante saber que hay personas que tienen el sistema nervioso simpático con un umbral de excitación más bajo que otras, por eso son más propensas a sufrir estrés y son más susceptibles a una regulación emocional inadecuada.

 

¿Qué hacer ante situaciones de estrés?

 

Para regular el nivel de estrés se recomienda realizar actividades al aire libre, controlar la alimentación y hacer regularmente ejercicio, en especial yoga y meditación. No obstante, a veces estos hábitos no son suficientes para bajar el nivel de ansiedad y frustración.

 

Por eso es importante conocerse a uno mismo y aprender a detectar qué estrategia suele elegir nuestro cerebro para aliviar las situaciones de estrés. Por otro lado, también debemos saber que cambiar nuestros patrones subconscientes y automáticos es posible gracias al desarrollo de estrategias que nos permiten entrenar nuestro cerebro. Entre las técnicas más demandadas se encuentran en neurofeedback y el mindfulness.

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