¿Cómo es el dolor de las personas con Alzheimer?

Escrito por:

Dr.Prof. Alfonso Vidal Marcos

Unidad del dolor

Publicado el: 20/11/2020
Editado por: Cristina Mateo


El Alzheimer es una enfermedad producida por el deterioro cognitivo como consecuencia de la acumulación de una especie de “basura cerebral” que lleva a quien la padece a una alteración de la memoria y del reconocimiento completo de gran parte de su experiencia. Estos pacientes empiezan a responder y actuar como niños pequeños con respuestas simples y comportamientos estereotipados frente a los problemas, y la enfermedad avanza hasta que se descontrolan y pierden su capacidad de orientación y conciencia de sí mismos.

 

El Alzheimer ataca a la propia conciencia de uno mismo. El dolor requiere una elaboración intelectual, emocional, social, a diferencia de otras percepciones. Pero llegados a este punto nos hacemos la siguiente pregunta: qué es el dolor sin conciencia? Una simple nocicepción, algo que nos diferencia frente a otros seres humanos. Hablamos de la persona en pasado cuando una persona pierde la capacidad cerebral y tiene nula respuesta electroencefalográfica.

 

El dolor del Alzheimer recae, sobre todo, en familiares y conocidos.

 

Entonces, ¿es la propia conciencia la que nos otorga la condición de seres humanos? Esta es una pregunta compleja y de difícil respuesta, ya que la condición humana depende, entre otros, no solo de la conciencia individual sino también colectiva.

 

La muerte en vida del Alzheimer y de otras demencias, casi siempre producen mucho más dolor en las personas que compartieron la vida con el enfermo que en ellos mismos. El dolor del Alzheimer muchas veces se refleja en la impotencia para comprender una enfermedad que borra la identidad y la historia en común con los seres queridos.

 

Estas y otras enfermedades necesitan una atención y apoyo por parte de las autoridades, sobre todo en casos en los que se hace imposible de sobrellevar para los cónyuges, personas mayores, con pensiones más que ajustadas. Desgraciadamente sí, el Alzheimer produce mucho dolor, que recae, sobre todo, en los familiares y conocidos de quien lo sufre.

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