Claves para una relación de pareja sana y satisfactoria

Escrito por:

Dra. Inmaculada de la Hera Retegui

Psicóloga

Publicado el: 30/04/2024
Editado por: Marga Marquès Gener


Durante el cortejo es cuando ocurre la selección de pareja. Al principio, todo se centra en lo visual; elegimos según nuestras preferencias físicas y luego se suman atributos que nos acercan a nuestra pareja ideal, como gustos similares, aficiones, actividades de ocio, valores compartidos, círculo social, sentido del humor, entre otros. Todos estos aspectos desencadenan la liberación de neurotransmisores como la dopamina, la oxitocina y las endorfinas, lo que nos hace sentir bien y nos impulsa a buscar la compañía de esa persona y disfrutar de su presencia.

 

Por supuesto, en una relación de pareja no todo es siempre feliz, agradable o divertido. Hoy en día, es bastante común sentirnos mal, ansiosos o frustrados durante momentos complicados, discusiones o situaciones imprevistas que resulta difícil resolver en pareja. Esto nos lleva a cuestionarnos si hemos elegido correctamente a nuestra pareja y si nos estamos ilusionando con alguien que no cumplirá nuestras expectativas. En estos momentos, entran en juego nuestros estilos de apego, los cuales, si no son seguros, pueden poner en peligro la estabilidad de la relación y están estrechamente relacionados con nuestras necesidades y la forma en que fueron satisfechas por nuestras figuras de apego.

 

Aunque este tema es mucho más amplio de lo que podemos abordar aquí, hay una serie de factores que nos ayudarán a determinar si nuestra relación de pareja va por buen camino y si hemos hecho una elección acertada.

 

Si percibimos que algo no está funcionando, es
importante abordarlo abiertamente con nuestra pareja

 

Cómo construir una relación de pareja sana

Es recomendable, además de centrarnos en nuestra apariencia física como carta de presentación, buscar valores o virtudes deseables en una pareja. Por ejemplo, la inteligencia: tener una pareja inteligente que pueda detectar nuestras necesidades, sea empática y nos ayude a gestionar nuestras emociones, así como aprender junto a nosotros a resolver problemas, fortalecerá nuestro vínculo emocional. Otra virtud importante es la voluntad y el compromiso: una pareja que disfrute estableciendo metas en común y trabaje con empeño para alcanzarlas. Esto también está relacionado con la compatibilidad de creencias, como mencionamos anteriormente.

 

Es crucial evaluar el ritmo de la relación y avanzar juntos, evitando desincronizaciones que podrían llevar a frustraciones o agobios, lo que eventualmente podría desembocar en el fin de la relación o en sufrimiento excesivo para una de las partes. Además, es fundamental cultivar sentimientos amorosos, complicidad y comunicación. Si no se habla de los sentimientos en la pareja y no existe el compromiso de hacerse felices mutuamente, el amor se debilita con el tiempo.

 

Por último, pero no menos importante, está la sexualidad. Aunque esta dimensión no puede sustituir al amor en una relación, ya que, sin amor, la relación se vuelve superficial y vacía; es esencial para la intimidad y la conexión emocional y sensorial con la pareja. La comunicación sexual y la intimidad son medios para establecer y mantener una conexión profunda y satisfactoria en una relación de pareja.

 

Por ende, es esencial que, estando en pareja, nos cuestionemos si nuestra relación refleja los valores y virtudes mencionados anteriormente, garantizando así que nuestra elección de pareja sea la más adecuada. Si percibimos que algo no está funcionando, es importante abordarlo abiertamente con nuestra pareja. Si encontramos dificultades para avanzar o comunicarnos de manera efectiva, no dudemos en buscar ayuda profesional. Un terapeuta puede brindarnos orientación y apoyo para mejorar nuestra relación, aprender a comunicarnos de manera saludable y resolver problemas de manera funcional.

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