Cirugía refractiva con LASIK y PRK

Escrito por:

Dr. Antoni Cardoner Parpal

Oftalmólogo

Publicado el: 07/08/2017
Editado por:


La cirugía refractiva por definición se realiza en un ojo que tiene miopía, hipermetropía, astigmatismo o presbicia. Si existe algún defecto como la presión elevada, opacidad del cristalino o una córnea deformada o masa fina, la cirugía puede estar contraindicada.
La visita para decidir si una persona puede ser intervenida con cirugía refractiva y qué técnica se escoge puede durar una o dos horas o incluso puede ser necesaria más de una visita. Un ojo bien operado casi nunca da problemas, pero por su alta sensibilidad y precisión óptica, la cirugía ha de ser exquisita. 
Para corregir los defectos de graduación podemos modificar la lente natural del ojo, la córnea (con cirugía LASIK o PRK), o añadir otra a la cámara anterior, posterior (cirugía con lentes fáquicas) o sustituyendo el cristalino (cirugía del cristalino transparente).

Cirugía refractiva con láser LASIK Y PRK

 

Cirugía láser con LASIK 

La cirugía láser con LASIK y PRK es la cirugía que se realiza con mayor frecuencia en todo el mundo. El término LASIK es un acrónimo que viene de Laser Assisted in Situ Keratomileusis, y significa modificación de la curva de la cara anterior de la córnea con láser. Esta cirugía tiene como objetivo cambiar las dioptrías de la córnea y enfocar la imagen correctamente a la retina.
No es un procedimiento reversible ya que el tejido eliminado no se puede volver a restablecer. Cuando la energía del láser volatiliza los enlaces moleculares del tejido corneal, durante la cirugía, se puede sentir un olor a quemado pero este está dentro de la normalidad.
Si el ojo crece después de la cirugía, podremos necesitar corrección óptica por miopía empezando otra vez de cero. Se pueden tratar hasta 8 dioptrías de miopía, 6 de astigmatismo y 3 de hipermetropía con éxito. El nombre de dioptrías a tratar depende del grosor y del radio de la córnea, y de la medida de la pupila en la oscuridad. 
Durante la cirugía se lesionan los nervios de la córnea y se produce menos lágrima por falta de estímulo en la superficie. El ojo seco secundario normalmente dura entre uno y tres meses pero puede ser más persistente. A continuación, se mide la cantidad de lágrima con el test de Schrimer después de instalar anestésico. Posteriormente, se mide la calidad de la película lacrimal con el test BUT (Break Up Time, tiempo de ruptura de la lágrima) y se tiñe la lágrima con fluoresceína determinando cuánto tarda en romperse la película.

 

Cirugía láser con PRK

Una variante del LASIK es la PRK (Photorefractive Keratectomy), eliminación del tejido corneal con fotones con finalidad refractiva. Está indicada en distrofias de la membrana basal epitelial, en opacidades superficiales o en personas con alto riesgo de traumatismos corneales. El láser es el mismo pero sin el microqueratom, los resultados son los mismos y la recuperación es más lenta.
Después de la cirugía se pueden prescribir lentes de contacto terapéuticas.

 

Seguimiento tras la intervención 

Estas lentes se llevan durante unos días, sin quitárselas por la noche y sirven de reservorio de medicación actuando como protector transparente. Los especialistas en Oftalmología consideran que el tratamiento con colirios antiinflamatorios, antibióticos y lágrimas artificiales sin conservantes es fundamental para conseguir un buen resultado.
Para evitar el desplazamiento de la lente hay que evitar frotarse los ojos durante 6 semanas tras la cirugía. 
Es esencial limpiarse y desmaquillarse perfectamente antes. Nadie que esté en la sala del láser puede llevar perfume, colonias o cosméticos que contengan alcohol. Éste se evapora y el rayo láser no llega a la córnea ya que choca con las partículas del aire: esto hace que no se corrijan todas las dioptrías programadas.
Además, es muy importante mantener el tiempo de las fases de la cirugía para evitar la evaporación de agua de la córnea ya que podría provocar desecación y adelgazamiento haciendo que el láser tenga más efecto del deseado.

 

 

Pide cita con un especialista