Cerca del 20% de las mujeres con cáncer de mama desarrollan linfedema

Escrito por:

Dra. Carmen Iglesias Urraca

Cirujana plástica

Publicado el: 16/06/2016
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1 de cada 8 mujeres padecerá cáncer de mama. Además, cerca del 20% de ellas desarrollan linfedema, al margen de que su tratamiento incluya o no la extirpación de los glanglios linfáticos.

 

El linfedema

El linfedema es un edema o hinchazón que aparece a raíz de una disminución en el número, función u obstrucción de los vasos linfáticos. Este hecho provoca que aumente el volumen del brazo y aparezcan molestias que se pueden convertir en consecuencias graves si no se realizan las medidas oportunas.

Normalmente, el linfedema es progresiva e invalidante, y se caracteriza por el aumento de volumen. El tratamiento conservador y quirúrgico puede ayudar a la paciente a llevar a cabo las actividades normales de su vida con menos dolor y molestias, además de una mejoría significativa del aumento de volumen de su brazo.

 

Causas del linfedema

Se desconocen las causas del linfedema, aunque se sabe que hay un factor genético y que la obesidad favorece su aparición. Además, es más frecuente en las pacientes que reciben radioterapia, pero tampoco sabemos a qué se debe esta asociación.

Síntomas del linfedema

Los principales síntomas del linfedema son:

Sensación de pesadez del brazo (normalmente, pero puede ser cualquier miembro). Hinchazón Cambios en la elasticidad de la piel Sensación de picazón o quemazón

Al principio, el edema es blando, y se recupera con el reposo y manteniendo el brazo en alto. Poco a poco se convierte en un edema duro que provoca una sensación de pesadez y, en ocasiones, de dolor. La piel pierde elasticidad y su brillo natural.

Ante estos síntomas, se debe acudir a un especialista en Cirugía Plástica para que valore el caso. La paciente debe ser valorada siempre por el Servicio de Rehabilitación, donde comienza el tratamiento mediante presoterapia y drenajes linfáticos.

Cuanto más precoz es la consulta, mejores son los resultados. Por este motivo, la prevención de la aparición del linfedema se debe realizar en todas las pacientes a las que se ha realizado una intervención de su tumor con extirpación de ganglios linfáticos.

 

Microcirugía del linfedema

 

El tratamiento quirúrgico consiste en reestructurar la función del sistema linfático.

Para resolver el linfedema en las primeras fases se puede realizar una anastomosis linfovenosa, que consiste en unir un vaso linfático superficial a una vena superficial.

Se trata de una operación poco dolorosa que se hace de forma ambulatoria o con ingreso de un día. A la tercera semana la paciente puede reincorporarse a su vida poco a poco.

Otra de las técnicas que se utilizan es la transferencia microquirúrgica de colgajos de ganglios linfáticos. Consiste en el trasplante de ganglios linfáticos de otra localización, como el mentón, la clavícula o la ingle, a la zona afectada. Esta técnica está indicada para los casos más crónicos de la enfermedad. El postoperatorio es más lento y requiere entre cuatro o cinco días de ingreso, más dos semanas de reposo. La actividad cotidiana se empieza a recuperar a partir de la cuarta semana.

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