Aspectos a tener en cuenta ante una artroscopia de rodilla

Escrito por:

Dr. Carlos Tomás Simorte Moreno

Traumatólogo

Publicado el: 01/03/2016
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La artroscopia de rodilla es una exploración visual mediante sistemas ópticos fáciles de manejar con fines diagnósticos y terapéuticos. Se trata de una técnica mínimamente invasiva que ha desplazado a la artrotomía de la rodilla.

 

 

 

La primera visualización de rodilla referida se remonta a 1918 por Takagi, a Bircher en 1921 (siendo mediante un endoscopio), hasta que en los años sesenta se implantó el artroscopio como instrumental a realizar la técnica artroscópica.

 

En la actualidad, los especialistas en Traumatología realizan artroscopias en casi todas las articulaciones, pero donde más se realizan es en rodilla y hombro.

 

Aplicaciones de la artroscopia de rodilla

Las patologías a tratar con artroscopia en la rodilla han tenido un amplio desarrollo en la última década gracias al aporte y desarrollo de instrumental accesorio más sofisticado técnicamente, que ha permitido realizar un primer tiempo diagnóstico, y a continuación un tiempo quirúrgico reparador.

 

 

La patología a tratar con artroscopia abarca todas las estructuras que forman parte de la rodilla:

Meniscos –roturas – reparación con suturas –trasplantes meniscales. Ligamentos – roturas con creación de plastias ligamentosas. Sinovial –biopsias con fines diagnósticos y evacuación derrames sinoviales y sinovectomias. Cartílagos – tratamiento regenerativos por desgaste y roturas de cartílago. Óseos- reparación de fracturas de fémur y rodilla intra articulares.​

Ventajas de la artroscopia de rodilla

Las ventajas que tiene el paciente con la artroscopia de rodilla se basan en:

Fiabilidad diagnóstica de los dolores de rodilla frente a pruebas diagnósticas radiológicas, TAC, resonancia… Menor dolor post operatorio ante heridas puntiformes. Realizar movimientos de rodilla precozmente. Menor estancia hospitalaria. Menos índice de infección.

 

 

Recomendaciones para la artroscopia de rodilla

Movilización rápida de la rodilla en las primeras 24 horas y, si fuera necesario, inmovilización temporal de 2 a 3 días, pudiendo mover tobillo, cadera y dedos del pie. Usar dos muletas bien para andar o para descargar. Tratamiento antitrombótico bien oral o subcutáneo. En lesiones cartilaginosas y ligamentosa –descarga (no apoyar el miembro inferior intervenido) según prescripción de su traumatólogo. Rehabilitación asistida para potenciar cuádriceps y ganar arco movilidad rodilla.

 

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