Yesos sumergibles, solución novedosa para las fracturas

Para conseguir que un hueso fracturado o una articulación lesionada curen de forma adecuada es fundamental la inmovilización, y para ello tradicionalmente se ha utilizado la venda de yeso. El problema de este material es que si se moja se ablanda y acaba deteriorándose. Existen alternativas como la fibra de vidrio y otros materiales sintéticos que son impermeables.

Siempre que se coloca una inmovilización hay que proteger la piel con un vendaje de almohadillado que tradicionalmente es de algodón. El algodón se pudre si se mantiene húmedo y la piel acabaría lesionándose. Por esto, aunque se utilizara un material de inmovilización impermeable, tampoco se podía mojar.

Los beneficios de los yesos sumergibles

En la actualidad, existen materiales sintéticos que rechazan el agua y sirven para realizar este almohadillado. Así podemos combinar un vendaje de almohadillado y un vendaje de inmovilización, ambos impermeables que permiten un rápido drenaje del agua y una rápida evaporación de la humedad, lo que ofrece múltiples ventajas sobre los materiales tradicionales:

• Permite realizar la higiene diaria.
• Permite ducharse, bañarse, nadar.
• Permite un lavado de manos normal.
• El molde se puede limpiar con agua.
• El material se mantiene limpio.
• Previene la maceración y desecación de la piel.
• Reduce el mal olor y los picores.
• Permite una vida más activa.

Además, el vendaje de inmovilización está disponible en distintos colores, resultando más atractivo, y pesa bastante menos que el vendaje de yeso.

Un aspecto importante es que se puede utilizar en la mayoría de fracturas que precisen de una inmovilización y a cualquier edad. No cambian la duración del tratamiento pero permiten que por su comodidad se nos haga mucho más corto y llevadero.