¿Por qué es necesario integrar la antropología personalista en la mediación?

Escrito por: Dr. Juan José Regadera Meroño
Publicado:
Editado por: Lucía Ramírez Vilanova

En el contexto de un espacio de mediación, el individuo enfrenta interrogantes cruciales: ¿Qué camino debería tomar? ¿Debo escoger una respuesta correcta?
 

La presencia en la sala de mediación genera en el individuo la percepción inevitable de que el motivo que lo llevó allí puede tener un impacto profundo en su vida y, por ende, en su identidad. Esto no es una elección simple, sino una encrucijada entre significado y sin sentido, entre la trama dialéctica de su historia, narrativa y desarrollo futuro, entre estancamiento y proyección vital. Es, en resumen, su biografía, un proceso de aprehensión biográfica en el que los mediadores también participan.
 

La práctica de la mediación es un modo de conocimiento

 

La práctica de la mediación, más que una simple acción, es un "modo de conocimiento", como lo señaló Von Weizsaeker (1962): "debemos actuar para alcanzar un entendimiento más profundo". Por lo tanto, el conocimiento en la mediación siempre tiene una connotación antropológica: un entendimiento científico de la persona, un valor humano. Sin comprender la dimensión humana, la mediación carece de base.

 

Los cimientos de la mediación

Si consideramos que la esencia del conocimiento en la mediación es la resolución, el deseo de asistencia se convierte en el pilar fundamental de la labor mediadora. Sin embargo, esa necesidad precede a la ayuda, y es la naturaleza inherente de quien busca mediación lo que constituye la base esencial de la actividad mediadora. La mediación, como disciplina del acto de mediar, debe fundamentar su conocimiento en una comprensión antropológica, que, como ya mencionamos, contribuye a la generación de conocimiento antropológico.
 

El tema de la antropología se vuelve crucial para la mediación. Al explorar lo humano en el contexto de la mediación, se me vienen a la mente ejemplos literarios y cinematográficos que, aunque ofrecen respuestas, también plantean nuevas interrogantes que incitan a una reflexión sobre aspectos de la mediación, sin pretender ser una teoría definitiva.
 

En la práctica diaria de la mediación, nos encontramos con dos ámbitos biográficos divergentes, como un sistema lógico, tal como Valdés-Stauber (2001) lo describe. Por un lado, está la persona ordinaria, el individuo cotidiano, como lo expresaba Don Miguel, "el que nace, sufre y muere... el que come y bebe y juega y duerme y piensa y quiere: el hombre que se ve y a quien se oye, el hermano, el verdadero hermano" (Unamuno, 1986). Por otro lado, está la fascinante figura cinematográfica de Harry Lime, interpretada por Orson Welles en "El tercer hombre", cuya complejidad se expande gracias a detalles como el reloj de cuco en lo alto de la noria Ferris de Viena, agregando profundidad al personaje en una interpretación cautivadora, algo que rara vez se logra con un villano.
 

Este modelo lógico intenta describir al ser humano de carne y hueso, real y biográfico, en contraposición al ser humano como un "punto", convirtiéndolo en un ser opaco, anónimo y sin fisonomía, tal como Welles lo muestra en el guion de Graham Greene y Alexander Korda. Algunos de estos personajes del género negro hollywoodense, que a veces acuden a la mediación, podrían ser sujetos idóneos para pruebas psicométricas de simulación, como SIMS (Windows y Smith, 2015), TOMM (Tombaugh, 2011) o manuales multidisciplinarios coordinados por González, Santamaría y Capilla (2012). Los casos aparentemente simples, pero repletos de complejidades debido a la mezcla de romances extraños, misterios góticos y angustia romántica en blanco y negro, desconciertan y desilusionan; solo la belleza luminosa de su ilusión convierte al mediador en héroe.

 

Una perspectiva sartriana

Un aspecto relevante en la existencia de aquellos que optan por la simulación en la mediación, y que influye en su "elección original" respecto al tipo de "solución" que buscan, es la noción de "mala fe" (Sartre, 1993), una idea que reemplaza al inconsciente freudiano y se convierte en un concepto moral. Esto rompe con la tradición de separar hechos y valores, enfermedad y pecado, planteando una nueva reflexión que se centra en la elección personal del mediado, quien actúa con "mala fe" respecto al tipo de existencia que quiere llevar a cabo, aunque esto no sea inmutable y pueda cambiar en un momento dado.
 

La "mala fe" es, en esencia, una falsedad generalizada que conduce a planteamientos vinculados a lo que se ha denominado "herejía existencial". En vez de observar a personas con síntomas clínicos propios del proceso mediador, como depresión o ansiedad, se presentan crisis de identidad, miedo a la responsabilidad y comportamientos suicidas que conectan con la noción sartreana de "mauvaise foi" —por ejemplo, el caso práctico del "Divorcio de Lola y Emilio" (Análisis del conflicto) de Pascual Ortuño (2020) es un buen ejemplo de comportamiento desconcertante en la figura de Emilio, que oculta su sorpresa tras una expresión angustiada.
 

El mediador, especialista en Psicología, puede comprender que el mediado busca una "solución" satisfactoria incluso con "mala fe", pero esto no es una tarea de la mediación en sí misma. Sin embargo, se debe respetar la consideración hacia el individuo como persona, como ser espiritual.
 

Es posible que existan personas sanas, pero con "mala voluntad", así como personas sanas que no son felices. ¿Podemos afirmar que solo está sano quien evita el dolor incluso con "mala fe"? No lo creo. Evadir el dolor puede ser una actitud saludable, pero también puede hallarse sentido en su aceptación.

 

Mediación desde una perspectiva antropológica

A pesar del carácter áspero y pesimista de los planteamientos de Sartre, estos ofrecen una perspectiva interesante para analizar la experiencia humana, una perspectiva que puede resultar enriquecedora para el ejercicio de la mediación en el futuro. Hoy en día, el estudio de la antropología se ha vuelto esencial para la práctica de la mediación. Quiero destacar la importancia para cualquier mediador de reflexionar sobre la esencia de la persona, considerándola como un conjunto entre su naturaleza intrínseca y su identidad individual. Recientemente, la tesis de Rosa Rodríguez (2022) del Departamento de Filosofía del Derecho de la Universidad Complutense de Madrid ha revivido los estudios antropológicos personales, abarcando una amplia gama de autores y corrientes más allá de los enfoques clásicos franceses y estadounidenses.
 

El personalismo estadounidense ha sido una corriente filosófica ampliamente difundida en ese país, llegando incluso a considerarse como un producto característico del pensamiento estadounidense. La escuela de Harvard, liderada por el antropólogo Ury (2011a, 2011b), defiende un tipo de antropología personalista que sostiene que la esencia de la persona está influenciada desde un núcleo íntimo que va más allá de ella, un centro donde la libertad y la responsabilidad encuentran su origen, su fundamento y su responsabilidad.
 

Dos cuestiones fundamentales emergen: ¿Por qué un artículo sobre Mediación Antropológica? Y ¿por qué en el contexto de nuestra sociedad española?
 

La segunda pregunta tiene dos justificaciones. En primer lugar, el conocimiento antropológico ha sido un pilar fundamental para la psicoterapia antropológica, integrada en el modelo holístico-contextual de psicoterapia, debatiendo con el modelo positivista-biomédico (Wampold e Imel, 2021; Pérez Álvarez, 2019, 2021). En segundo lugar, personalmente me siento heredero intelectual de una generación que consideraba el conocimiento antropológico como el núcleo central de la Psicología y la Psiquiatría. Este conocimiento, arraigado en nuestros principales filósofos contemporáneos como Unamuno, Ortega y Gasset y Zubiri, así como en figuras relevantes como Novoa Santos, Letamendi, Laín Entralgo y Rof Carballo, ha adquirido un estilo marcadamente español.
 

Con todo esto en mente, podríamos responder a la primera pregunta: ¿Por qué un artículo sobre Mediación Antropológica? Porque tenemos acceso a un vasto acervo de conocimiento que no puede ser ignorado y que, en nuestra opinión, debe constituir uno de los pilares básicos y fundamentales de la mediación. Sin embargo, este conocimiento tiene una peculiaridad: la mediación no es simplemente un saber científico puro ni puramente aplicado. Es un tipo de conocimiento diferente de otras ciencias. No es un saber por el mero conocimiento, sino que tiene un propósito claro: es un conocimiento para hallar una "solución".
 

Desearía que la orientación antropológica en la mediación actual en España no se quede simplemente en una aspiración. Este deseo es también una característica nacional, como señaló Ganivet (1981): "Tenemos lo esencial, la persona, el tipo; solo nos falta instar a que se involucre".
 

El tema que he elegido es relevante para todos, ya que se trata de una preocupación fundamental para cada individuo, ya sea de manera real o potencial, dado que todos somos, o podemos ser, usuarios de la mediación. Además, las actitudes de los mediadores están fuertemente influenciadas por las actitudes de la sociedad, y, por ende, por cada uno de nosotros.
 

Proponemos la necesidad de integrar una antropología personalista en la teoría científica de la mediación, ya que, sin esto, la mediación entre dos o más personas presentes en una sala, involucradas en un "diálogo amistoso", no podrá ser completa, siguiendo modelos teóricos como los planteados por Buber (1947, 1979, 2006) y Friedman (1956), sobre un evento que impacta sus vidas, del que saben mucho acerca de su situación, pero poco sobre su "solución".

 

Referencias bibliográficas

  • Buber, M. (1947) Dialogisches Leben. Gesammelte Philosophischeund Pädagogische Schriften. Gregor Müller Verlag Zürich.
  • Buber, M. (1979) ¿Qué es el hombre? Fondo de Cultura Económica.
  • Buber, M. (2006). Yo y tú. Y otros ensayos. Ediciones Lilmod.
  • De Unamuno, M. (1986). Del sentimiento trágico de la vida. En los hombres y en los pueblos. Alianza Editorial
  • Freiherr von Gebsattel, V.E. (1966). Antropología médica. Ediciones Rialp S.A.
  • Ganivet, A. (1981) Idearium español. El porvenir de España. Espasa-Calpe, S.A.
  • González Ordi, H, Santamaría Fernández, P. y Capilla Ramírez P.(Coords.) (2012) Estrategias de detención de la simulación. Un manual clínico multidisciplinar. TEA Ediciones
  • Friedman, M. (1956) Martin Buber: The Life of Dialogue. Editorial: Chicago: The University of Chicago Press
  • Ortuño, J. P. (2020). El divorcio de Lola y Emilio. Análisis del conflicto. Del material pedagógico utilizado por el profesor Ortuño. Escuela de Práctica Jurídica. Universidad de Murcia.
  • Pérez-Álvarez, M. (2019). La psicoterapia como ciencia humana, más que tecnológica, Papeles del Psicólogo, 40, 1-14.
  • Pérez-Álvarez, M. (2021). Ciencia y pseudociencia en psicología y psiquiatría. Alianza editorial
  • Regadera, J.J. (17 de febrero de 2023) Arte del diálogo amistoso y mediación. Una reflexión sobre cómo sustentar filosóficamente el concepto de la mediación. Psicología y Mentehttps://psicologiaymente.com/social/arte-dialogo-amistoso-mediacion
  • Rosa Rodríguez, María de las Mercedes, M. (2022). La mediación es justicia. Fundamentos filosóficos y nuevas metodologías: el enfoque «personalista-deliberativo. Tesis doctoral no publicada.
  • Sartre, J (1993) El ser y la nada. Ensayo de ontología fenomenológica. Altaya
  • Tombaugh, T. N., López, R. V., García, M. P., Puente, A. E. (2011). TOMM: Test de simulación de problemas de memoria. Madrid: Tea.
  • Ury, W. y Fisher, R. (2000) Obtenga el sí: el arte de negociar sin ceder. Ediciones Gestion 2000.
  • Ury, W. (2022) Supere el NO. Como negociar con personas que adoptan posiciones inflexibles. Booket Paidos
  • Valdés Stauber, J. (2001). Alcance del concepto de biografía en la psiquiatría y en la práctica médica. Anales de. psiquiatría, 17 (3), 125-129.
  • Von Weizsäcker, (1962) El circulo de la forma (Der Gestaltkreis) Teoría de la Unidad de Percepción y Movimiento. Aguilar S.A. de Ediciones.
  • Wampold, B.E. e Imel, Z.E. (2021) El gran debate de la psicoterapia. La evidencia de qué hace que la terapia funcione. Colegio Oficial de Psicologia de Catalunya.
  • Widows, M. R., Smith, G. P., Ordi, H. G., & Fernández, P. S. (2015). Sims: Inventario Estructurado de Simulación de Síntomas: manual. TEA.
*Перевод с переводчиком Google. Мы приносим извинения за любые несовершенства

Por Dr. Juan José Regadera Meroño
психология

*Перевод с переводчиком Google. Мы приносим извинения за любые несовершенства

профиль

Valoración general de sus pacientes


  • Похожие виды терапии










  • Este sitio web utiliza Cookies propias y de terceros para recopilar información con la finalidad de mejorar nuestros servicios, para mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias, así como analizar sus hábitos de navegación. El usuario tiene la posibilidad de configurar sus preferencias AQUI.