Inseminación artificial: ¿cuáles son las 5 etapas del proceso?

La inseminación artificial es un tratamiento en el que se introduce semen de la pareja o de un donante en el útero de la mujer coincidiendo con su ovulación. Es una de las técnicas más usadas por los especialistas en Reproducción asistida por su efectividad y sencillez. Suele recomendarse en casos de problemas de motilidad leve en el semen, así como otros problemas fisiológicos tanto en el hombre como en la mujer (por ejemplo, si existen alteraciones en el moco cervical o vaginismo) que puedan complicar el acceso de manera natural de los espermatozoides al útero.
 

Para tener las máximas probabilidades de éxito, la inseminación artificial se aconseja solo en mujeres jóvenes (hasta los 35-37 años) y con una buena reserva ovárica. Para ampliar aún más las posibilidades de embarazo, la muestra espermática se somete a un proceso de capacitación antes de introducirla en el útero, pero la fecundación sigue teniendo lugar de forma natural dentro del cuerpo de la mujer.
 

Además, se trata de un recurso apropiado para mujeres sin pareja o parejas de dos mujeres que desean ser madres. En estos casos se recurre a semen de un donante anónimo.

¿Cuáles son las 5 etapas de la inseminación artificial?

El tratamiento consta de 5 fases:
 

1. Evaluación médica: hay que realizar algunas pruebas diagnósticas previas para valorar si la inseminación artificial es el procedimiento más adecuado para lograr un embarazo. Mediante una ecografía comprobaremos la reserva ovárica y detectaremos posibles patologías. También llevaremos a cabo un estudio de fertilidad completo.
    
2. Estimulación ovárica: en un ciclo menstrual normal madura un único óvulo, aunque varios comienzan ese proceso dentro de sus folículos antrales. Con la estimulación ovárica conseguimos que todos los folículos que inician su maduración en ese ciclo, maduren por completo. Existen más probabilidades de embarazo cuando hay más óvulos maduros y aptos para ser fecundados por los espermatozoides que se usen en la inseminación artificial, aunque el límite suele ser 2-3 folículos para minimizar el riesgo de una gestación múltiple.
   
   Durante el proceso se administran a lo largo de 10-12 días hormonas similares a las que regulan el ciclo menstrual. En ese período nuestro equipo médico te realizará el seguimiento mediante ecografías y análisis de sangre.
   
   Como los ciclos femeninos no se ajustan al calendario, en Ginefiv nos adaptamos a tu ciclo. Para ello, nuestras clínicas abren los 365 días del año. En este sentido, podemos hacerte los controles e incluso la inseminación en domingo, en festivos o en Año Nuevo. También, puedes contar con nuestra app gratuita para que te resulte más fácil apuntarlo todo, consultar cuando lo necesites y comunicarte con nuestros especialistas cuando sea necesario.
    
3. Selección y capacitación de los espermatozoides: la inseminación artificial puede hacerse tanto con semen de la pareja como con el de un donante.
   • Con semen de tu pareja: seleccionaremos los espermatozoides con más movilidad y los procesaremos para mejorar su calidad y capacidad fertilizante. Una de las técnicas más avanzadas para la selección espermática es el MACS (Magnetic Activated Cell Sorting), que se utiliza en casos de infertilidad masculina cuando existe un porcentaje de fragmentación del ADN de los espermatozoides patológico. Esto ocurre cuando los espermatozoides mueren antes de tiempo y no pueden cumplir su función fecundadora. Con el MACS, los biólogos seleccionan solamente aquellos espermatozoides sanos y con posibilidades de éxito.
      

El MACS también se recomienda cuando ha habido más de dos ciclos de tratamiento sin gestación o cuando hay abortos de repetición. Esta técnica mejora las tasas de fecundación en un 13%.
 

• Con semen de donante: esta opción se aconseja:
  • Con infertilidad del hombre.
  • Cuando sea portador de patologías de carácter hereditario.
  • En caso de mujeres solteras o parejas de dos mujeres.
     

En Ginefiv contamos con uno de los mayores bancos de donantes de semen de Europa. Aunque el donante siempre es anónimo, tal como determina la legislación vigente, y no tiene derechos ni obligaciones en caso de embarazo, sí se seleccionan en base a criterios fenotípicos y de raza, así como de la posibilidad de realizar un matching genético.
 

4. Inseminación: consiste en depositar los espermatozoides en el útero. Para ello empleamos una cánula alargada, fina y flexible. Es importante tener en cuenta que este procedimiento no asegura la fecundación. La inseminación artificial emula el proceso natural que tiene lugar durante el coito, pero multiplica las probabilidades de embarazo al acercar espermatozoides muy cualificados al óvulo en el momento exacto de la ovulación.
   
   La inseminación artificial se lleva a cabo en la zona de exploración de la consulta. No duele ni requiere anestesia ni analgesia, por lo que es un procedimiento sencillo que apenas dura unos minutos. Una vez finalizado, podrás abandonar la clínica y reincorporarte a tus actividades diarias con normalidad.
   
   En Ginefiv usamos el sistema electrónico IVF Patrol para garantizar el seguimiento y una identificación segura de todas las muestras de nuestros pacientes. De esta forma, aseguramos que el esperma escogido es el que se introduce en el útero.
    
5. Confirmación del embarazo: unos 15 días después de la inseminación te realizaremos una prueba Beta–hCG, que consiste en un análisis de sangre para medir los niveles de la hormona que evidencia si existe o no gestación. Este análisis es gratuito y va incluido en el precio de la inseminación artificial.
   
   Si el resultado es positivo, tras 12-14 días te realizaremos una ecografía para confirmar el embarazo. A partir de ese momento, el seguimiento de la gestación se realizará de forma rutinaria con tu especialista en Ginecología habitual.

 ¿Qué puedo esperar de una inseminación artificial?

La inseminación artificial es un tratamiento con buenos resultados, si bien la edad de la paciente influye en estos.
 

Aunque siempre es necesario valorar cada caso en consulta, las posibilidades de embarazo con inseminación artificial en mujeres por debajo de los 35 años son razonablemente buenas. A partir de esa edad, la curva de éxito desciende progresivamente y comienzan a ser más recomendables otras técnicas como la fecundación in vitro.