Cómo tratar los distintos tipos de glaucoma
Autore:El glaucoma es una patología visual en la que se daña el nervio óptico, secundario a la elevación de la presión intraocular. La pérdida de fibras del nervio óptico puede ser reversible o irreversible, y es importante el diagnóstico precoz para evitar la pérdida definitiva de dichas fibras, que ocasionarían una disminución del campo visual que puede pasar desapercibida porque la enfermedad no suele ocasionar molestias.
En casos de glaucoma terminales la visión sería progresivamente equivalente a ver a través de un cañón de escopeta, y finalmente, la ceguera.
¿Qué es la presión intraocular?
La presión intraocular es la que resulta del equilibrio entre la formación y la eliminación del humor acuoso, líquido transparente que baña la parte anterior del ojo. La formación de este líquido es continua, y lo mismo debe de ocurrir con la eliminación, sino, se producirá el incremento de presión intraocular. La eliminación se produce en la parte periférica del iris, en la malla trabecular.
Principales tipos de glaucoma: de ángulo abierto y ángulo cerrado
- La forma más frecuente es el glaucoma crónico de ángulo abierto o glaucoma crónico simple, que afecta aproximadamente a un 3 % de la población mayor de 40 años. Se debe a cambios producidos en la malla trabecular, cuyas células pierden su efectividad para eliminar el humor acuoso. Cuenta con algunos factores de riesgo a tener en cuenta como la miopía, la diabetes o el factor hereditario.
- El glaucoma de ángulo cerrado o glaucoma agudo, se produce por una interrupción brusca en la eliminación del humor acuoso, causando síntomas de dolor agudo e intenso (dolor de clavo), disminución de la visión, y en ocasiones, náuseas y vómitos. En este caso se precisa atención urgente especializada.
Otros tipos menos frecuentes son el glaucoma congénito y glaucomas secundarios a otras enfermedades, malformaciones oculares y medicamentos.
Tratamiento del glaucoma ¿tiene solución?
La mayoría de casos de glaucoma crónico simple responden al tratamiento médico con gotas. Otro tratamiento frecuente y complementario a las gotas es la trabeculoplastia con láser, y en casos avanzados o cuyo tratamiento médico es insuficiente es necesaria la intervención quirúrgica por trabeculectomía.
En el glaucoma agudo hay que actuar con la máxima celeridad, disminuyendo la presión intraocular, y realizando una iridotomia con láser en el ojo afectado, así como después en el otro ojo como prevención.
Siempre en el tratamiento del glaucoma debe realizarse un seguimiento de la enfermedad durante toda la vida, pues la efectividad del tratamiento puede variar. En este punto es imprescindible la práctica de la Campimetría Computerizada y otros estudios del nervio óptico para el correcto diagnóstico y seguimiento.