¿Por qué nos cuesta diferenciar la gripe del COVID-19?

Los paralelismos entre el COVID-19 y la gripe son innumerables, tanto que dificultan la tarea de los especialistas médicos a la hora de realizar un diagnóstico. El Dr. Giménez Sánchez, facultativo del Hospital Vithas de Almería y especialista en vacunas y enfermedades infecciosas, señala que en ocasiones los síntomas entre ambos virus son prácticamente indistinguibles en la práctica clínica. Comparten síntomas como: fiebre, dolor de cabeza, malestar general o dolor de garganta, entre otros, y obliga a realizar diagnósticos tanto de la gripe como de COVID-19, ya que a día de hoy es la única manera de diferenciar estos dos tipos de infecciones.

¿Por qué nos seguimos vacunando contra la gripe?

Los meses de otoño son clave para vacunarnos contra la gripe. Así lo indica el especialista médico, quien aconseja vacunarse antes de que comience la circulación del virus gripal. Aun así, recuerda que pese a ser la época idónea para la vacunación no implica que no nos la podamos poner más adelante, ya que siempre estamos a tiempo de hacerlo.

Si estos niños están en contacto con personas con enfermedades crónicas también deben ser vacunados

El Dr. Giménez Sánchez señala que la vacuna contra la gripe está especialmente indicada para los grupos de riesgo. Es decir, personas con enfermedad crónica, ya sean niños o adultos. En ocasiones descuidamos a los niños, pero cuando estos están en contacto con un adulto que presenta algún tipo de enfermedad crónica también deben ser vacunados.

Por otro lado, cualquier persona puede beneficiarse de la vacunación frente a la gripe, pero siempre priorizando los grupos de riesgo. Por último, recuerda que la vacuna se puede administrar a partir de los seis meses de edad, aunque en menores de 9 años y durante su primer año de vacunación, se deben administrar dos dosis con un mes de separación entre ellas.