¿Por qué están habiendo coronadivorcios?
Written by:Antes de centrarnos en la pandemia, vamos a recordar lo que sucede en las parejas durante los momentos en que conviven más tiempo de lo habitual. Tras las vacaciones, los divorcios aumentan claramente, aun que se sabe que en la gran mayoría de los casos, es por culpa de conflictos que ya estaban presentes.
La explicación para este fenómeno se debe a una serie de factores como la intensidad de la convivencia, que acaba desencadenando la ruptura de la pareja.
Desde marzo, el confinamiento ha hecho que las parejas tengan que convivir durante dos meses juntos y encerrados, añadiéndole todo el estrés de la situación.
Las parejas con conflictos previos sin resolver o que no funcionaban han acabado rompiendo. No considero que el confinamiento provoque divorcios sino que acentúa los problemas anteriores.
¿A todas las parejas les ha afectado igual el confinamiento?
Existen aquellas parejas que después de la pandemia decidirán no estar juntas, aquellas que recurrirán a los psicólogos para intentar arreglar las diferencias y las que, a partir de esta situación de crisis, saldrán más reforzadas y más unidas.
Las parejas que ya habían decidido o han decidido vivir vidas separadas durante el confinamiento han hecho un pacto de no agresión para facilitar la convivencia.
¿Cómo convivir con la pareja sin que afecte a los niños pequeños?
Si la pareja tiene niños hay que establecer prioridades. Si ponemos las emociones de los niños primero hay que saber que las discusiones les hace sufrir, aun que no lo digan. En ocasiones, el colegio se acaba convirtiendo en una válvula de escape. El estrés crónico intrafamiliar puede afectar físicamente a los niños.
Actitudes como ignorar al otro no sirven tampoco, ya que son percibidas por los más pequeños o incluso adolescentes y les provoca malestar.
¿Cómo conseguir una buena convivencia con tu pareja?
Las parejas que están saliendo reforzadas tienen una buena comunicación, resuelven los conflictos y respectan la intimidad del otro. Cuida las formas y ponte en la posición del otro. No hay que faltar el respeto ni ridiculizar. Hacer un examen de conciencia, acerca de tu actitud. Si lo has hecho bien, genial, si no discúlpate sinceramente.
También es importante mantener las muestras de afecto. Hay que mantenerlas en el tiempo.