Terapia de pareja: reparar nuestra relación

La terapia de pareja es un tipo de psicoterapia breve que ayuda a las parejas de todo tipo a reconocer y gestionar sus conflictos y aumentar su satisfacción.

Hablamos de “gestionar” los conflictos y no de “resolver” conflictos porque es esperable encontrar conflictos a diario. Los conflictos son oportunidades para conocer mejor a la pareja y pueden ayudar a satisfacer las necesidades. Como la pareja gestiona estos conflictos puede ser problemático.

Cuándo se recomienda acudir a terapia de pareja

Una pareja puede plantearse acudir a terapia:

1. Cuando la negatividad y el malestar ha aumentado en las conversaciones.

2. Cuando existe temor a hablar de ciertos temas.

3. Cuando quieren decidir si continuar juntos o separarse.

4. Cuando se contempla o se ha consumado una infidelidad.

5. Cuando ha habido un cambio importante en las relaciones sexuales.

La mayoría de parejas acuden a mi consulta para:

1. Mejorar su comunicación

2. Resolver desacuerdos en cómo educar a los hijos/as

3. Gestionar conflictos sobre cómo y cuándo relacionarse con las respectivas familias de origen

4. Quieren recuperar la chispa de la relación

5. No quieren repetir modelos aprendidos de sus padres

6. Infidelidad

7. Celos

Algunas veces es solo uno de los dos miembros el que asiste a una primera consulta después de haber intentado convencer en vano a la pareja para ir a terapia. En esa sesión se explora la forma en que le ha invitado y se sugieren alternativas. Cuando la pareja que, en principio, no quería asistir percibe algún cambio positivo, muestra curiosidad por asistir a las sesiones.

El camino hacia la ruptura

Las relaciones pueden terminar en cualquier momento. La investigación indica que hay dos épocas de alto riesgo: a los 5-7 años y a los 10-12.

No es el conflicto lo que lleva a una pareja al desamor, sino algunos patrones de conductas y emociones presentes en la forma en que lo gestionan. De las muchas conductas negativas (desprecio, crítica, dominancia, actitud defensiva, queja, tensión, miedo, rabia, tristeza, etc.), los investigadores han identificado cuatro como predictivas de una separación: crítica, desprecio, actitud defensiva y evasiva.

Predicción de estabilidad

Un factor que predice la estabilidad a largo plazo es la presencia de afectos y conductas positivas. Así, podemos observar que en parejas felices el ratio de interacciones positivas a negativas es de 20 a 1, en las conflictivas de 5 a 1 y en las que están a punto de separarse, de 0,8 a 1.